Este jueves se discutió y votó en la Cámara de Diputados y Diputadas de Chile el proyecto de ley de Educación Sexual Integral, el que finalmente no tuvo luz verde pues no se contó con el quórum necesario.

Si bien la iniciativa fue aprobada en general por 71 votos a favor, 65 en contra y 2 abstenciones, al someter a votación el articulado que expresaba disposiciones de ley orgánica constitucional, este no alcanzó el quórum requerido. Contó con 73 votos a favor, 67 en contra y 2 abstenciones.

El proyecto tiene como objetivo provee una enseñanza de educación sexual dependiendo de la etapa de los y las menores de edad. Si de prekínder a cuarto básico, el enfoque es la prevención del abuso sexual infantil, la afectividad, el auto-cuidado y auto-conocimiento. Desde quinto básico a cuarto medio, los niños y adolescentes abordarán la biología y otros aspectos socioculturales respecto a la sexualidad, como la prevención del embarazo adolescente, uso de métodos anticonceptivos, y el respeto por la diversidad y orientación la sexual.

La discusión en sala fue bastante acalorada, y uno de los que provocó varias reacciones también en redes sociales fue el diputado de Evópoli Sebastián Álvarez, quien manifestó su rechazo a la iniciativa porque sus disposiciones obligarían, entre otros puntos, a fomentar el respeto a la diversidad sexual y la no discriminación, lo que a su juicio es “totalitario”.

“El proyecto impone una visión única de sexualidad, que debe incorporarse e los programas de cualquier proyecto educativo y ojo, teniendo este presente, permitir diversidad de proyecto educativo queda en letra muerta. Aquella visión única, además, entra en evidente contradicción con muchos idearios educacionales y totalmente legítimos y válidos”, comentó.

Asimismo, Álvarez agregó que “esta uniformidad se manifiesta en ciertos objetivos y lineamientos obligatorios para todos los establecimientos educacionales públicos y particulares, en consonancia con ideas progresistas como el fomento del respeto por la diversidad y la no discriminación, especialmente basada en el sexo, orientación sexual, identidad y expresión de género o del desarrollo de una sexualidad libre o en el simple reconocimiento del género“.

Fue entonces cuando manifestó su rechazo a tales ideas. “Imponer visiones como las anteriormente señaladas, es abiertamente una propuesta totalitaria, cuya oposición no pasa por declararse conservador o liberal, es más, este proyecto es antiliberal, pues no respeta la liberta de los padres ni de los colegios“, aseguró.

Otros opositores, como el diputado Cristóbal Urruticoechea (RN) indicaron que este proyecto no era más que “un adoctrinamiento en una ideología de género”. Los diputados Javier Hernández (UDI), Luis Pardo (RN) y Juan Manuel Fuenzalida (UDI), en tanto, coincidieron en que la iniciativa no respetaba la libertad de los padres para educar a sus hijos en estas materias, y ellos eran los que mejor conocían su personalidad y madurez para tratar estos temas.

Claro que uno de los que derribó este mito fue el diputado DC Mario Venegas quien aseguró que el proyecto sí valora y contempla la participación de madres y padres en la educación sexual de sus hijos, por lo que no pasaría a llevar sus libertades.

Finalmente, la iniciativa quedó “archivada” tras no conseguir la votación requerida.