Tras tres meses de pesquisas, el Ministerio Público y la PDI entregó reveladores antecedentes sobre la muerte del werkén de la comunidad Newen de Collipulli, Alejandro Treuquil.

Fue el 06 de junio pasado que Treuquil fue asesinado en plena pandemia. Si bien se acusó violencia institucional de parte de Carabineros, ante presuntos hostigamientos, se encontraron las suficientes pruebas para determinar que se trató de un ajuste de cuentas.

Según detalla el diario La Tercera, el principal sospechoso sería Carlos Muñoz Salamanca, miembro de la comunidad Boyen Mapu, quien a través de una serie de mensajes y audios de WhatsApp, habría confesado el crimen.

“Hermano, yo me pitié al Treuquil ese que tanto que lo publican (…) Andaba mandando a los cabros chicos, andaba comiéndole el cuesco a puros cabros chicos, andaban reventando casas y los weones iban a reventarle la casa a un compañero y como yo soy. No sé po, si voh me conocí (sic)”, decía uno de los audios.

En otros de los audios, dice que esperaría en su casa ‘lo que se viene no más’, asumiendo que pronto lo llegarían a buscar de parte de la PDI.

Reveladores mensajes

Otra de las transcripciones da cuenta que Muñoz le escribe a una persona identificada como ‘Caro’, explicando el motivo de su actuar.

“Esos weones son giles, van y revientan la casa, no les importa que hayan cabros chicos, ni una weá, yo no soy gil, por algo le pegué al weón más mayor, porque ese andaba comiendo el cuesco y está dejando la pura cagá con todos los cabros chicos (sic)”, comentó Muñoz.

Ante estos antecedentes, Carlos Muñoz Salamanca fue detenido e imputado por el delito de homicidio calificado. Dentro del procedimiento, se incautó una escopeta calibre 12, una caja de cartuchos de escopeta calibre 16, dos cartuchos calibre 12, dos vainillas percutidas calibre 12, un contenedor plástico con balines calibre 4,5 mm y 375 plantas de marihuana.