Desde que Falabella anunció su salida de Argentina, la prensa de ese país, la chilena y la extranjera, están barajando el concierto de obstáculos que se libran en el país trasandino, los cuales van más allá de la pandemia.

Los medios como Clarín, por ejemplo, se han dado a la tarea de establecer las conexiones que ayuden a enteder el quiebre inversor en una economía de por sí eternamente endeble.

Las compañías chilenas se van porque hay un claro sentimiento antiempresa”, declaraba al referido medio el presidente de la chilena Confederación de la Producción y el Comercio, Juan Sutil, tras confirmarse el cierre de varias tiendas del gigante del retail.

Si bien el coronavirus llegó para hacerle la vida difícil a gobiernos y sus ciudadanos, en casi todo el mundo, los males no se circunscriben únicamente a lo patógeno.

Sutil aseguró a la prensa argentina que, además de la carga de impuestos “díficil de soportar”, hay otros factores que se convierten en sendas trabas para permanecer en ese país. Algo así como los anticuerpos por excelencia para resfriar de gravedad, hasta anular a una parte de la inversión extranjera.

Falta de certeza jurídica y malas condiciones de competitividad. Hay control cambiario, complicaciones para importar, falta de financiamiento, que hoy lo maneja el Estado. Todas las condiciones para generar una suerte de imperfección al libre mercado”.

BBCL

“Los problemas económicos de Argentina hacen que las empresas huyan”

No solo en las naciones protagonistas se han dedicado a meterle análisis a la decisión de la compañía chilena.

El medio británico Financial Times aseguró que un número creciente de empresas están recortando sus inversiones o están huyendo por completo, por temor a “las medidas intervencionistas” del gobierno de Alberto Fernández.

Las predicciones económicas del gobierno argentino parecen ser las más optimistas, que hasta prevén un crecimiento a corto plazo del 5.5% de la economía, según medios locales. No obstante, sus medidas proteccionistas se habrían olvidado de la inversión extranjera, como el gigante chileno del retail, Falabella.

Financial Times destacó, a través de su corresponsal en Buenos Aires, que La Casa Rosada incrementó los de por sí “ya estrictos controles de capital para proteger la disminución de las reservas de divisas”.

Financial Times | Reino Unido
Financial Times | Reino Unido

A Falabella se le anticipó en alzar, literal, el vuelo, la corporación chileno-brasileña Latam en junio pasado.

La crisis en esa nación fue una constante turbulencia para la aerolínea, la cual decidió cerrar su filial junto a 1.715 empleados. La aparición de nubes inestables, con variaciones bruscas en la atmósfera económica, cerraron por completo la compuerta de la compañía aeronáutica, sin posibilidad a la vista de reprogramar vuelos.

La fila de otras empresas que emprendieron vuelo de ida desde Argentina, es amplia, según el medio británico.

Incluyen al fabricante estadounidense de autopartes Axalta, la alemana BASF, la francesa Saint-Gobain Sekurit, y la compañía farmacéutica francesa Pierre Fabre. La aerolínea más grande de la región, Latam, decidió retirarse del país en julio”, asegura la publicación.

Es más: el artículo habla de las “medidas draconianas”, sustentando el asunto en la fracasada intención del gobierno de Fernández de expropiar al mayor exportador de granos argentinos, algo que también fue destacado y analizado en medios chilenos, entre estos BioBioChile.

Si bien, Fernández dejó en el congelador la política antes mencionada, el fantasma del intervencionismo llegó para quedarse y espantar a consorcios que prefieren establecerse sobre tierras sólidas y sin relatos que asusten a la inversión extranjera.

Por su parte, Alejandro Díaz, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Estadounidense en Argentina, considera que los controles sobre la moneda, las importaciones y los precios “están profundizando las preocupaciones y suscitando interrogantes sobre el desarrollo de planes de negocios”.

Starbucks y Burger King no encontraron comprador

Fuertes fueron los indicios de más salidas empresariales, tras el cierre de varias tiendas de Falabella.

Alsea es un grupo empresarial mexicano que opera en territorios como España, Países Bajos, México, Chile y Argentina, con más de 400 restaurantes, entre estos, las franquicias de Domino’s Pizza, Chili’s, Italianni’s, The Cheesecake Factory Vips y otros más.

Sitios argentinos como iProfesional, aseguraron que la compañía gestaba su salida de territorio argentino, con dos de sus marcas insignes: Burger King y Starbucks, de los cuales ha cerrado más de una decena de locales durante la pandemia.

La operación habría comenzado en mayo para captar a inversionistas locales interesados en asumir las operaciones de cientos de tiendas de ambas marcas. La respuesta no fue la esperada ya que ningún oferente se habría hecho presente al llamado y el proceso quedó desierto.

Poco después, el mismo medio antes citado y otros, entre estos el diario La Nación, publicaron un comunicado emitido por el grupo Alsea, ante los rumores de su intención de salir del mercado argentino.

En respuesta a los rumores que han circulado durante las últimas horas, desde Alsea queremos asegurar que continuamos operando en el país junto a nuestras dos marcas como lo hacemos desde hace más de 14 años”, rezaba la escueta misiva.

Pero no se trataba de un rumor, sino de un proceso que no resultó como el grupo internacional tenía previsto.

No le gustó ninguna oferta y en julio decidieron retirar el mandato de venta”, aseguró uno de los interesados en comprar las operaciones de las dos marcas en Argentina, quien al final desistió de adquirirlas, sin entrar de lleno en las razones.

Burger King y Starbucks se quedan, por el momento, pero sólo porque no hay comprador que se arriesgue a jugar sobre un tablero endeble y cuestionado internacionalmente.

iProfesional | Argentina
iProfesional | Argentina