Fue acusado de asaltar a un conserje y si no fuera por un par de vecinas que creyeron en su inocencia, hoy podría estar condenado y, probablementee, en la cárcel.

Fue la noche del 29 de abril pasado que un poco antes de la medianoche Germán (22) entró a un edificio en Ñuñoa para pedirle un cigarro al conserje.

Al parecer el joven se acercó mucho al mesón y pasó a botar unas huinchas separadoras que estaban para marcar la distancia física, y al conserje no le gustó la situación y llamó a Carabineros, acusando a Germán de intentar asaltarlo con un cuchillo.

El hombre fue detenido, formalizado y quedó en prisión preventiva, consignó el diario LUN.

La situación fue tan confusa que un par de vecinas quisieron investigar el tema por su cuenta y se consiguieron, con un tercero, un par de videos grabados en el hall de acceso del edificio.

Una de estas vecinas fue Estrella Leiva, dueña de un centro de estética y peluquería del mismo sector. Ella contó que Germán llegó al barrio en diciembre pasado y empezó a colaborar con los residentes del sector cargando su mercadería de un minimarket cercano y cuidando autos.

La relación de confianza fue tal que Estrella incluso le ofreció vivir en su peluquería y le consiguió un trabajo como obrero de la construcción.

“Nos empezamos a preocupar cuando pasaron varios días sin saber de él. La vecina Johanna Cornejo, dueña del minimarket, se enteró que lo tomaron preso por intentar robar en el edificio del frente… Encontramos tan rara la denuncia que empezamos a investigar, hasta que un vecino se consiguió la grabación completa de esa noche. En la formalización habían mostrdo solo unas fotos, pero en el video entero se ve que él entra con sus manos limpias, sin hacer nada”, relató Estrella.

Entrega de evidencia crucial

Teniendo aquel material en su poder, se lo enviaron a la fiscal del caso, María Paz Bahamondez y ella pidió una audiencia de revisión de medidas cautelares.

Fue así como Germán quedó libre y la Fiscalía Oriente decidió no perseverar en la investigación.

Bahamondez indicó al medio que “lo único que le interesaba a Germán era terminar con esta causa y estar tranquilo; le planteé la idea de presentar una querella contra el conserje, pero me dijo que estaba bien y que no quería hacer nada contra esta persona. Solo quiere continuar con su vida”.

La reacción de Germán, cuando supo que había vecinos que creyeron en su inocencia y estaban intentando ayudarlo, fue muy empocional.

Él lloró, dijo que nunca pensó que íbamos a luchar por él. Creía que iba a quedarse solo, abandonado. Que nadie lo iba a defender, que nadie lo iba a ir a ver a la cárcel. Imagínate cómo estaba cuando recibió la encomienda con ropa que le mandamos. Porque otra pareja de vecinos averiguó dónde estaba preso y pudimos enviarle unas cosas. Nos dijo que cuando recibió eso se dio cuenta que no estaba solo”, comentó la estilista.

Una chaqueta, un jugo y papel higiénico fue lo que permitió la cárcel que le enviaran. Pero Estrella agregó una nota para dejarle en claro que no lo iban a abandonar. “Le escribí: ‘tengo fe en que tú no hiciste lo que están diciendo’“.

Respecto a por qué confió tanto en él, Estrella fue enfática en indicar que es un joven que necesita ayuda para salir adelante y no perderse.

Cuando empezó a vivir en mi peluquería, me decía que quería salir de la calle, ser digno y tener un trabajo estable. Es un cabro que recién está empezando y que perfectamente podría estar perdido. Te digo que si nosotros no luchamos, este niño sigue todavía en la cárcel. Seguramente se habría perdido. ¿Cómo lo íbamos a recuperar después de que lo metieran preso siendo inocente?”, cerró.