Desapareció la semana pasada y se le vio por última vez cuando se subía a un taxi a las afueras de su casa, en Soweto, ubicada 24 km al suroeste de Johannesburgo, en Sudáfrica.

Desde entonces no se supo más de Tshegofatso Pule, de 28 años, quien tenía 8 meses de embarazo… hasta el pasado lunes, cuando fue encontrada muerta y colgando de un árbol.

La joven tenía heridas de arma blanca y fue hallada cerca del lago Florida en Roodepoort, West Rand, cuatro días después de su desaparición.

“La fallecida fue encontrada por un miembro de la comunidad colgando de un árbol, quien luego notificó a la policía. También se confirmó que estaba embarazada. Los sospechosos son desconocidos en este momento”, dijo Kay Makhubele, portavoz policial.

Según declaró su familia al medio sudafricano Sowetan Live, el taxi al que se subió Pule fue pedido por su novio, agregando que ella los llamó para decirles que volvería a casa tras pelear con él.

“Se peleó con su novio y exigió irse. Intentamos llamarla más tarde esa noche, pero no pudimos comunicarnos con ella. Llamamos nuevamente de viernes a domingo pero su teléfono estaba apagado”, contó un pariente al medio.

Y agregó que “intentamos llamar al novio y no pudimos comunicarnos con él”. En ese momento decidieron realizar la denuncia de desaparición. Junto a lo anterior, pegaron carteles en las calles con fotos de Pule, para intentar dar con su paradero.

La muerte de Tshegofatso está siendo investigada como un asesinato.

El caso ha generado gran impacto e indignación en el país, el que puso nuevamente el tema de la violencia contra las mujeres en el centro de atención, motivando manifestaciones para que una tragedia como ésta no vuelva a
ocurrir.

El miércoles pasado varias mujeres salieron a las calles vestidas de negro, en honor a ella, haciendo una vigilia a las afueras de su hogar, donde encendieron velas.