Carabineros de Chile oficializó internamente y en forma reservada, un nuevo Reglamento de Peticiones y Reclamos del Personal en que enfatiza el “carácter militar” de la Fuerza de Orden y estructura una cadena de mando para acoger dichos procedimientos y no se le escape de las manos a la institución policial.

Conocido es lo que ocurrió, durante el verano pasado, cuando se hizo público el episodio de infidelidad entre la esposa del cabo Cifuentes y el teniente Cavieres, que ampliamente se difundió a través de diversas plataformas de redes sociales, o bien, pleitos judiciales que se han abierto entre efectivos y la misma institución, judicializando sus diferencias.

También, aunque no es un problema de Carabineros, está el caso del capitán de Ejército, Rafael Harvey, quien denunció, lo que llamó, la corrupción interna en su institución, pidiendo reunión hasta con la Presidencia y el Ministerio de Defensa lo expulsó por Decreto.

Uno de los escenarios o todo lo anterior podría explicar el documento que firmó el general director, Mario Rozas.

Realza carácter militar de la institución

Se distribuyó internamente el 29 de mayo, y se consideró necesario reiterarle al personal que Carabineros de Chile es una institución policial técnica y de carácter militar, que integra la fuerza pública y existe para dar eficacia al Derecho.

“El carácter militar en Carabineros de Chile es una parte integral de su profesionalismo, integridad y de su disciplina, a partir de este rasgo histórico surge el respeto de la ciudadanía que le permite ser más eficiente”, destaca en su punto dos.

Describe que esa característica se asocia a sus funciones de seguridad pública y seguridad ciudadana, así como dicho carácter militar se sustenta en un régimen disciplinario interno, así como también surge la potestad de mando, que es acorde al cargo y a la función asignada.

Es desde esa potestad de mando, según el mismo documento, que también deriva el conducto regular -relacionado con la norma disciplinaria en Carabineros- que es el camino que deben seguir sus efectivos en caso de que existan situaciones que le afecten.

En base a lo anterior, Mario Rozas detalló las normas de reclamo interno.

Instrucciones

En las siguientes hojas, el general Mario Rozas define las instrucciones para que la “ropa sucia” se lave en casa.

En su primer punto, ordena que los jefes manifiesten preocupación por dar solución “oportuna y correcta” a los requerimientos de subalternos, lo que significa interiorizarse del problema, incluso de índole familiar.

Es así que ante cada requerimiento del personal para dicho jefe nace el “deber institucional” de conducir a buen término la solicitud o requerimiento.

Lo anterior supone que debe existir una preocupación por solucionar el problema del jefe institucional, relacionado también con su “potestad de mando”.

En caso de que no se cumpla con conducir el requerimiento o la solicitud de manera diligente, el jefe caerá en “una falta a la disciplina”, enfatiza.

En sus instrucciones, Rozas insta a los jefes superiores a preocuparse de cumplir con el proceso descrito, ya sean problemas de índole policial, institucional o familiar, para que así evidencies un “mando serio y responsable”, indica con todas sus letras.

El general Rozas ordenó la distribución inmediata de la circular a las reparticiones y ahora, cuentan, es tema en las esquinas reservadas de los cuarteles, casinos y oficinas…, siempre en privado.

Lea el documento policial aquí: