Un académico de la Universidad Austral de Chile (UACh) asegura que sólo falta el financiamiento para que en Valdivia se realicen ensayos clínicos que aporten a la creación de una vacuna contra la COVID-19.

Lo anterior, tras el ofrecimiento de un centro de investigación de Canadá, dirigido por un científico que asesora a la Organización Mundial de la Salud.

Alejandro Rojas, científico y académico de la UACh, dio a conocer a La Radio que en el marco de un convenio de colaboración que mantienen con la Universidad de Laval en Canadá, el Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de esa casa de estudios les ofreció una licencia de manera gratuita para desarrollar ensayos clínicos de una vacuna contra el COVID-19, que están trabajando en el país del hemisferio norte.

Rojas destacó que el director de dicha entidad, el médico e investigador Gary Kobinger, además forma parte del Grupo de Asesoramiento Estratégico y Técnico para Riesgos Infecciosos de la OMS, agregando que estos ensayos clínicos se desarrollarían en el Hospital Base Valdivia.

En este caso, se trata de una fase inicial que culminaría a los cinco meses con pruebas en humanos, para lo cual se necesitarían unas 30 personas, y su costo total sería de US $1.800.000, es decir, 1.500.000.000 de pesos, lo que se convierte en el principal obstáculo.

El científico, dijo que han habido conversaciones con el mundo empresarial, pero no han logrado frutos al momento, por lo cual cree que el Gobierno central debiera asumir el costo.

No se ha generado la opción. En Chile los gobiernos regionales tienen dinero, pero imagínate como somos en las regiones (…), tenemos muchas carencias y entonces tampoco es la idea ir a quitarle plata (…) al fondo para hacer una prueba que podría fallar, entonces esto tiene un riesgo”, sostuvo.

Además, agregó que “como es un tema a nivel global lo debería asumir el Gobierno central. Si Chile no participa en la implementación y el desarrollo de vacunas, probablemente va a quedar bien a la cola cuando nos tengamos que poner a la fila”.

Rojas, quien además trabaja con alpacas para generar anticuerpos que neutralicen el virus en personas ya en enfermas, reitera que existe el riesgo de que las pruebas no resulten como lo esperan, destacando eso sí, que Gary Kobinger, participó en la creación de la vacuna experimental contra el Ébola.

Pero en caso de tener resultados satisfactorios, de una fase 1 se podría ampliar a una fase 2, aplicándose la vacuna en más personas, destacando que detrás de esta colaboración con la Universidad de Canadá no existen fines de lucro.