Fue el 23 de febrero la última vez que los familiares de Priscila Martínez la vieron con vida, en la localidad argentina de Santiago del Estero. Aquella tarde, la joven de 15 años les dijo que iría a lavar ropa a la casa de su tío, pero nunca regresó.

El pasado miércoles su cuerpo fue encontrado debajo de la cama del sujeto identificado como Rubén Ávila, quien está detenido desde marzo pasado, por violar y golpear a otra menor.

Una pista caligráfica ayudó a la policía a hallar el cadáver de Priscila. Esto debido a que durante los meses de búsqueda, la familia recibió una supuesta carta de la joven, donde revelaba que estaba embarazada.

Sin embargo, los expertos determinaron que la letra no era de la adolescente y podría pertenecer al sospechoso, según consigna el medio Todo Noticias.

Asimismo, los vecinos revelaron que unos días después de la desaparición de Priscila, el imputado había hecho trabajos de construcción en su casa.

Tras estas pruebas, el hombre no tuvo otra opción que confesar el crimen. “La maté y la enterré debajo de mi cama. Le puse cemento encima”, declaró Ávila ante la policía.

“Este infeliz va a pagar todo, cuando salga en libertad lo voy a matar con mis propias manos. Yo tengo un gran dolor pero él va a tener el doble”, expresó la madre de Priscila y prima del imputado.