El avance del coronavirus en el mundo ha dejado un saldo de más de 50 mil decesos a nivel mundial y 18 fallecidos en el país. En este contexto, las funerarias también se preparan para enfrentar la crisis.

A través de un protocolo entregado por el Gobierno, las funerarias deberán funcionar en base a 14 recomendaciones para evitar los contagios mientras preparan las ceremonias de entierro.

“Estamos tomando todas las medidas que recomienda la autoridad y la OMS. Aunque aún no hay un número elevado de fallecimientos como en otros países, estamos preparados en cuanto a los niveles de prevención, para evitar riesgos, tanto de nuestros clientes, como de nuestro personal (…) ¿Cómo nos hemos preparado? Dividimos la empresa en tres turnos por semana”, aseguró a La Tercera Juan Reyes, de la Funeraria Azocar.

El protocolo

El 10 de marzo el Gobierno entregó a las funerarias un protocolo con 14 puntos sobre cómo actuar en estas circunstancias.

No existe evidencia de transmisión del virus desde cadáver a manipulador externo, sin embargo y por principio precautorio, se tomarán medidas de prevención“, advierte al comienzo para luego resumir el avance del virus en el mundo.

Luego explica cómo se realiza el proceso una vez que la persona haya fallecido. Primero, el hospital permitirá a los cercanos ingresar a la sala para poder despedirse por última vez del familiar, pero “no deberán tocar el cadáver por precaución“. Esto porque podrían haber restos se secreciones que representan un riesgo de contagio.

“Posterior a esto, el personal del hospital procederá a encapsular el cuerpo en bolsa sellada. A partir de ese momento, el cadáver permanecerá siempre dentro de esta bolsa herméticamente sellada. Para su entrega a la empresa funeraria, la bolsa sellada conteniendo el cuerpo, será depositada en el féretro, el cual deberá ser cerrado de inmediato”, se indicó en el texto.

Como el fallecido estará en una bolsa sellada que no podrá ser abierta, no se permitirá ningún tipo de manipulación del cadáver.

No se podrán aplicar técnicas de tanatopraxia, no se podrá maquillar, peinar, afeitar el cadáver“, señalan en el protocolo firmado por el doctor Orlado Negrón.

Por su parte, el personal de la funeraria deberá utilizar guantes y mascarillas comunes, excepto en casos donde se deban extraer marcapasos, quienes deberán ocupar doble guante, delantal impermeable y desechable, antiparras y un gorro o turbante. Una vez utilizados los objetos, deberán ser desechados en una bolsa cerrada o del tipo “Ziploc”.

Además, se señaló que quedan prohibidos los traslados de fallecidos entre regiones. Solo se podrá hacer si se crema a la persona.