En prisión preventiva quedó el pasado martes Marco Antonio Reyes, el hombre acusado de atropellar a un ciclista y dispararle en Providencia, tras una discusión originada específicamente en la intersección de Darío Urzúa con Pedro de Valdivia.

A raíz de lo anterior el afectado, Alfredo Valor, de nacionalidad venezolana, fue derivado a un centro asistencial, debido a que recibió un impacto, mientras que el chofer fue detenido tras darse a la fuga.

Durante la audiencia de formalización, se comentó que Reyes viajaba junto a su mujer, suegra e hija de 18 meses cuando ocurrió el incidente.

Además, contaba con un arma inscrita para tener en su hogar de Maipú, y no para portarla en el auto. El individuo indicó que portaba el arma bajo la goma de los pedales y cargada con cinco municiones. Tras el incidente, la abandonó en un canal.

El abogado defensor Pablo Armijo, intentó establecer que Reyes actuó bajo legítima defensa al asegurar que Valor lo atacó en dos ocasiones con la bicicleta. Agregó que temió por la seguridad de su hija pequeña que iba en el móvil.

En tanto, el acusado declaró: “¿Qué pasaba si él destruía el parabrisas y a mi hija la corta y la mata? ¿Ahora de qué estaríamos hablando? ¿Quién sería la víctima y el victimario?”.

Ante esto, Armijo agregó que su defendido está con licencia producto de un estrés post traumático tras ser asaltado en mayo pasado, donde le apuntaron con un arma. Además, explicó que la sobreprotección a su hija se debe a que costó mucho que naciera, según informó Las Últimas Noticias.

“Cuando uno escucha la historia desde una sola vereda, uno se sorprende: alguien bajó de un auto y le pegó dos tiros a un ciclista. Pero cambia cuando vamos viendo el contexto del asunto: quién iba dentro del auto, a quiénes estaba protegiendo, qué había acontecido antes con él”, detalló Armijo.

A lo anterior añadió que “uno puede decir que él fue irresponsable en andar en vehículo, pero él se estaba cambiando de casa y nadie manejaba más que él”. Ese día transitaban por la comuna del incidente porque “habían pasado a retirar unos perfumes para luego regalarlos en Navidad. Pero iban camino a su nueva casa en San Bernardo”, finalizó.