Este miércoles la Cámara de Diputados despachó al Senado el proyecto de reforma constitucional, donde también se votaron indicaciones para la paridad de género, escaños reservados para pueblos originarios e independientes.

Sin embargo, estas indicaciones no lograron perseverar, pues no reunieron la cantidad de votos requeridos, hecho que fue duramente cuestionado por diversas organizaciones feministas.

Estas aristas ya habían sido polémica durante las últimas semanas, pues desde la oposición sostienen que es imperante que el eventual proceso constituyente resguarde a estos sectores, sin embargo, desde algunos grupos del oficialismo aseguran que sería pasar a llevar el acuerdo.

En tanto, llamó la atención la votación en contra de las diversas diputadas del espectro político, todas de oficialismo.

Específicamente se trata de Sofía Cid (RN), María Catalina Del Real (RN), Camila Flores (RN), Karin Luck (RN), María Ximena Ossandón (RN), Erika Olivera (IND),, Francesca Muñoz (RN), Paulina Núñez (RN), Virginia Tronocoso (UDI)y María José Hoffmann (UDI).

Algunos de sus argumentos fueron expuestos a través de sus redes sociales, como es el caso de la diputada Sofía Cid, quien declaró que “la palabra empeñada se cumple. Votaré a favor del acuerdo constitucional. Por lo mismo no votare las indicaciones que no estaban en el acuerdo alcanzado“.

Sin embargo, sostuvo que, junto a diversos diputados de Renovación Nacional están patrocinando proyectos de ley que abordan los temas de candidaturas independientes y pueblos originarios.

Por su parte, la diputada Camila Flores (RN), explicó en su Facebook que “las mujeres queremos igualdad de condiciones y demostrar que somos capaces y no que nos aseguren ganar una elección por el solo hecho de ser mujeres”.

Mientras tanto, las diputadas Karín Luck, María Ximena Ossandón y Erika Olivera, en conjunto con otros diputados de Renovación Nacional, enviaron una carta a El Mercurio esta semana para aclarar su postura sobre la paridad de género y los escaños reservados.

En la oportunidad, el grupo de diputadas explicó que “al incluir normas en el sentido expuesto, se busca corregir algo que nuestro sistema proporcional no logra capturar, como son la subrepresentación de pueblos originarios y mujeres, dato objetivo e irrefutable”.

Asimismo, sostuvieron que “tanto los escaños reservados como las cuotas pueden disminuir las barreras que han mantenido a un grupo de compatriotas subrepresentado en nuestra democracia, con el riesgo de invisibilizar sus legítimas demandas y aspiraciones. En ese mismo orden de ideas, estamos convencidos de que no se rompe el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constituición”.

Por tanto, el voto en contra se entendería como una postura que tuvieron que asumir como colisión para resguardar el acuerdo político del 15 de noviembre.

La diputada Paulina Núñez detalló que en su coalición hay “varios a favor de la paridad en proyectos de ley a parte”, y habría rechazado las indicaciones solamente para honrar el acuerdo.

Finalmente, la diputada Marcela Sabat se abstuvo de votar, quien, para no pasar a llevar el acuerdo, estaría propiciando un proyecto aparte con estos contenidos.

En conversación con CNN la parlamentaria explicó que para la iniciativa aparte cuentan “con 12 votos de Renovación Nacional y los 6 votos Evópoli, con eso es suficiente para el quorum que se necesita de 3/5, o sea, 93 votos, por ser una Ley Orgánica Constitucional”.

“Vamos a socializar el proyecto con los senadores de Renovación Nacional y esperamos que la UDI se pueda sumar a esta causa. Yo creo que es de todo importante que escuchen, que abran hoy la posibilidad y que se den cuenta que ojalá en 20, 30 años más, esta discusión, este debate, sea visto como algo completamente ilógico y que no tenía por qué darse”.

Por tanto, la votación en contra de varias diputadas de Renovación Nacional habría sido para cumplir con el acuerdo pactado del 15 de noviembre, por lo que algunas parlamentarias podrían mostrarse a favor de aprobar una iniciativa aparte.