El huracán Dorian azotó las islas Bahamas el domingo con lluvias torrenciales y vientos cercanos a los 300 km/h, dejando una estela de destrucción mientras se desplaza con una trayectoria incierta hacia la costa este de Estados Unidos, donde se ordenó la evacuación de cientos de miles de personas.

De momento no hay información sobre víctimas en las Bahamas, un archipiélago formado por 700 islas, islotes y cayos, pero la Cruz Roja Internacional catalogó el impacto de la tormenta de “catastrófico”.

De categoría 5, con vientos sostenidos de 295 km/h, Dorian tocó tierra al mediodía en el cayo Elbow de las islas Ábaco, en el noroeste de las Bahamas, como el huracán más poderoso en impactar el archipiélago.

El Servicio Nacional de Meteorología de Estados Unidos lo catalogó como el segundo ciclón más poderoso registrado en la cuenca del Atlántico, y las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban gran destrucción.

El Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, informó que al tocar tierra, Dorian igualó el récord del huracán más potente del Atlántico, que data de 1935. Su director, Ken Graham, aseguró que se trata de “una situación extremadamente peligrosa”.

Gran destrucción

Unas 13.000 casas podrían haber sido dañadas o destruidas por el paso del huracán Dorian en Bahamas, cuyos vientos cercano a los 300 km/h azotaban este archipiélago del Caribe, estimó la Cruz Roja este lunes.

“No tenemos aún una imagen completa de lo que pasó. Pero el huracán Dorian tuvo un impacto catastrófico”, declaró Sune Bulow, jefe del Centro de Operaciones de Emergencia de la Federación Interacional de Socieades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).

Hay informes de que partes de las islas Ábaco están bajo agua y los meteorólogos del NHC advirtieron que enfrentaban mareas de 5 a 7 metros y rachas de más de 350 km/hora, mientras el fenómeno pasaba por la isla Gran Bahama, indicó NHC.

Un video en el sitio web del diario de las islas Tribune 242 muestra que el agua llega a los techos de las casas de madera en lo que parece ser un pueblo costero, mientras botes volcados flotan en un agua barrosa salpicada de tablas, ramas de árboles, troncos y otros escombros.

Imágenes tomadas en Cooper’s Town, en las Ábaco, obtenidas por la AFP, muestran enormes olas rompiendo con extrema violencia. La radio local informó que la gente clamaba por ayuda luego de que el viento arrancó los techos del Island Breezes Hotel en Marsh Harbour, en una zona comercial de Ábaco.

Una pared del ojo del huracán se encontraba en la noche del domingo en el este de Gran Bahama. El NHC dijo que la situación en la isla implicaba una amenaza para la vida y que las cosas se pondrían peor.

“No dejen sus refugios mientras pasa el ojo, pues los vientos aumentarán rápidamente al otro lado del ojo”, indicó el NHC en su boletín de las 05H00 GMT. Miles de personas evacuaron Gran Bahama para alejarse de la furia de Dorian.

“Nos enfrentamos a un huracán (…) como no habíamos visto nunca en la historia de las Bahamas”, declaró el primer ministro Hubert Minnis, quien rompió a llorar en la conferencia de prensa. “Probablemente sea el día más triste de mi vida”, agregó.

A las 06H00 GMT, Dorian se encontraba unos 50 km al este de Freeport, la principal ciudad de Gran Bahama, y se desplazaba lentamente hacia el oeste.

“Pareciera que estuviéramos en una fila para recibir una paliza”, dijo Yasmin Rigby a la AFP en Freeport. Ken Graham dijo en un Facebook Live que las Bahamas estarían bajo el azote de Dorian durante unas 30 horas o más.