Fue a inicios de agosto, cuando la localidad de Paraná en Argentina, se consternó con la desaparición de Stella Maris Ramírez, joven de 26 años quien fue vista por última vez en su casa.

Según declararon los vecinos de Maris, aquel día escucharon un caos al interior de la casa. “Su pareja le pegaba y ella le gritaba que por favor parara, que no podía más, hasta que se escuchó un último golpe y después no se escuchó más nada”, relató una testigo al sitio Todo Noticias.

Al no comunicarse con su familia, la policía llegó al hogar de la mujer, y encontró rastros de sangre en la pared de una habitación y en la parte trasera de una camioneta.

Tras una intensa búsqueda, el cuerpo de la víctima fue hallado a tres kilómetros de la orilla de un río al noreste de la provincia de Buenos Aires. Unas personas que estaban pescando, vieron un cadáver sin cráneo en un conjunto de maleza.

Un tatuaje en el hombro fue fundamental para reconocer a la joven que presentaba un corte en el abdomen.

Preliminarmente el informe forense no pudo establecer la causa de muerte de Maris, debido al avanzado estado de descomposición del cadáver. Tampoco lograron aclarar si fue decapitada antes o después de morir. Lo único certero, es que sufrió durante muchas horas previo a su deceso.

Cabe señalar que Carlos Entivero, esposo de la víctima, y su madre, Amelia Itatí Lezcano, fueron detenidos por su presunta responsabilidad en este macabro crimen.