Este martes, el Banco Mundial reveló su informe “Calidad desconocida: La crisis invisible del agua”, el cual reveló el estado del uso cotidiano de este elemento en 72 países del mundo, analizando también la situación en Chile. En particular, enfatizó en el envenenamiento por arsénico al que se exponen en el norte del país al abrir la llave.

Según dicho informe, Iquique es una de las ciudades más afectadas, con los niveles de arsénico superando el 94% de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre 2011 y 2018, siendo una de las 27 localidades que se han enfrentado con esta situación durante la última década.

Juntas suman más de 800.000 habitantes, lo que es más de la mitad de los habitantes del norte del país. De las restantes, el informe destaca que 83 localidades de las 392 analizadas por la Superintendencia de Servicios Sanitarios registran niveles de arsénico en el agua que alcanzan exactamente el límite recomendado de la OMS.

El Banco Mundial enfatiza en los muchos peligros que esto conlleva tanto a nivel sanitario como económico. Además de los daños a largo plazo en la salud, advierten que ha sido comprobado que cuando el arsénico en el agua potable supera la recomendación de la OMS, los hospitales reciben a un 30% más de pacientes con dolores abdominales, vómitos, deshidratación y problemas de salud relacionados comúnmente con la exposición al arsénico.

Yendo más allá, los efectos también alcanzan el área laboral, recalcando que un estudio determinó que cuando los niveles de arsénico superan lo recomendado el tiempo promedio de trabajo por trabajador se reducen entre 30 minutos y 2 horas, comparada con los meses en que este límite no se supera. Incluso, la probabilidad de ser empleado durante los períodos de mayor exposición bajan en un 5,6% según el mismo análisis, sugiriendo la necesidad de estudiar más a fondo la situación.

Puedes revisar el informe en detalle a continuación: