Un hombre que vivía a la intemperie y tapándose con un nylon en la parte alta de Puerto Montt, región de Los Lagos, afortunadamente fue trasladado hasta un centro de larga estadía para adultos mayores.

Por diversas razones, Benedicto Reyes, de 75 años, terminó viviendo en la calle, rodeado de basura en un sitio eriazo.

Su hogar estaba al lado de la Villa Meliwen, entre viviendas sociales recientemente inauguradas con verdaderas fiestas a las que asistieron autoridades que jamás se enteraron de la realidad del hombre y su acompañante.

Benedicto vivía con María Oyarzo, una mujer de 42 años, que perdió su hogar tras un incendio, el que aseguró fue intencional. Ella vende chatarra y recolecta donaciones para comer o vestirse. Ambos, se acompañaron, se protegieron y ahora debieron separarse.

Luego que Radio Bío Bío diera a conocer su historia gracias al llamado de una auditora, autoridades del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) se acercaron para prestarle ayuda.

El traslado del adulto mayor, desde el lugar que fue su casa durante los últimos años, estuvo marcado por los dichos de uno de sus siete hijos, quien se negó a llevar a su padre en el vehículo que estaba manejando, ya que no es de su propiedad y podría quedar con mal olor.

Tras ser consultado, el hijo agregó que “¿usted se subiría a un auto pasado a mierda?”.

Benedicto fue llevado hasta el centro de larga estadía para adultos mayores, emplazado en el sector Alerce, como lo confirmó Mauricio Aroca, coordinador regional del Senama, quien precisó que fue ingresado por estar abandonado.

El hombre ahora es cuidado por profesionales de la salud. Al llegar fue aseado y tiene una habitación solo, mientras se acostumbra a su nueva realidad.

Quien no abandonó la precaria construcción en la que vivían fue María Oyarzo. Ella tiene la opción de ser ingresada a un centro para personas en situación de calle, pero cuando fueron a buscarla se negó.