La última propuesta del alcalde Joaquín Lavín ha generado toda una polémica. Su idea es crear una ‘brigada encubierta’ para poder fiscalizar la venta de alcohol en Las Condes. Hasta ahí todo bien, pero el punto que generó controversia fue cuando se habló de los ‘brigadistas’.

Y es que el jefe comunal tiene como idea que sean menores de edad los que se infiltren en las botillerías para poder comprobar si les venden alcohol o no. La idea es que los jóvenes de 18 años se hagan pasar por clientes.

En su visita al matinal Mucho Gusto, el alcalde explicó cuál es su propuesta: “Van a intentar comprar y va a quedar grabado el procedimiento (…) lo que yo quiero es que no le vendan, pero quiero que si le venden tener la prueba, porque esa prueba me va permitir clausurarle la patente de alcohol”.

Según contó Lavín el objetivo era claro: “Es pillar a una botillería que no cumpla la ley porque le vende alcohol a un menor”. Justamente este proyecto fue lo que generó controversia.

En este sentido, la defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, explicó que esta propuesta presentaría un problema, ya que si constituye trabajo infantil, no podría llevarse a cabo.

“Inicialmente, sin conocer el texto, nos parecer que exponer a los niños a situaciones como en el contexto que se podrían dar en este comercio, no resulta positivo. Existen muchos otros mecanismos como para poder determinar si se vende alcohol, hay actores que parecen de 15 años, lo pongo como un ejemplo. No hay que exponer a los niños a este tipo de situaciones”, sostuvo Muñoz.

Por su parte, la subsecretaria de la Niñez, Carol Brown, aseguró que desconocía detalles de este plan. En este sentido explicó que “hay que apoyar las políticas que tienen que ver con la protección de los niños”, pero si se involucra a menores “se tiene que cumplir con la normativa”, consignó El Mercurio.

¿Qué piensas tú? ¿Será una buena idea?