El robo de información y datos es un tema frecuente en la actualidad. Es cosa de observar la prensa nacional para ver diversos casos de fraudes y estafas por Internet.
La seguridad de nuestros datos en la web se ha vuelto algo tan importante, como cuidar nuestras pertenencias cada vez que caminamos por la vía pública.
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Sin embargo, y a pesar de la relevancia que esto reviste, aún existe desconocimiento y poco interés de parte de los usuarios, respecto al resguardar su información en Internet.
Así lo cree al menos el oficial de seguridad de la información de la Universidad de Chile, Andrés Peñailillo, quien conversó con Página 7.
“Nos falta cultura respecto a la protección de datos. Como sociedad no estamos prestando la importancia que se merece el tratamiento de datos sensibles y dejamos a los más jóvenes navegar y publicar contenido sin supervisión”, señaló Peñailillo.
El especialista, además, cree que es esencial enseñar a los más pequeños lo fundamental que resulta tener conciencia digital. “Tal como enseñamos a nuestros hijos a caminar, a andar en bicicleta o a vestirse, en esta era tecnológica no podemos dejarlos sin supervisión en Internet. El ciberespacio es un mundo al cual no pueden ingresar sin que alguien les explique los riesgos“, afirmó Peñailillo.
Vulnerabilidad de las contraseñas
Uno de los problemas más recurrentes de las personas en la actualidad y que afecta su seguridad, dice relación con las contraseñas. Son muchas las personas que repiten su clave en diferentes plataformas, un error crucial, según el experto en seguridad de la información.
“Es recomendable usar una contraseña diferente. Si se llega a utilizar la misma para todo y se llega a filtrar dicha contraseña, el impacto es mayor. Lo más adecuado sería ocupar un gestor de contraseñas, con el que basta recordar la clave maestra”, indicó.
Asimismo, Peñailillo entregó un buen consejo a la hora de crear una contraseña fuerte y fácil de recordar: “Una buena fórmula es usar una frase común para una persona como ‘me gusta el pan con palta’. Con esto puedes formar una contraseña con las primeras letras, es decir, ‘mepcp’ y puedes agregar una combinación de números al inicio y al final, mayúsculas o cualquier otro caracter”, manifestó.
Además, el profesional contó cuál es la contraseña más utilizada y más vulnerable. “Por años, la más usada ha sido ‘123456’. Es muy simple y ha sido incorporada en los diccionarios de contraseñas utilizados por los ataques de fuerza bruta, donde se intenta con un sistema automático, usando claves ya filtradas”, puntualizó.
El peligro de “prestar” la clave
¿Quién no tiene o ha tenido un amigo al cual le pedimos la clave de Netflix? Esta es una práctica bastante frecuente, pero que según Peñailillo, compromete nuestra seguridad digital.
“Las contraseñas son siempre personales y no se deben compartir ni con familiares ni amigos. El único que puede cuidar la contraseña y ser responsable de que no se mal utilice, es exclusivamente el dueño”, expresó.
Por último, desmitificó algo que también es una creencia bastante popular: cambiar la clave cada cierto tiempo. “No hay certeza de que el cambio de clave sea efectiva. Por ejemplo, si cambio de ‘1234’ a ‘4321’ tiene nulo aporte. Por el contrario, es preferible siempre usar contraseñas fuertes y con mínimo ocho caracteres alfanuméricos (letras y números)”, cerró Peñailillo.
