Una trágica historia que podría ser perfectamente el argumento de una película, fue lo que vivió Felicinda Palma, quien estuvo en la cárcel por un delito que nunca cometió y cuya culpable era su propia hermana.

Todo comenzó en noviembre de 2008, cuando la mujer denunció a su hermana por el robo de un PlayStation en la región de Coquimbo. En ese momento, su vida dio un giro inesperado.

“Llegué a la PDI, interpuse la denuncia, y el inspector de investigaciones me pide el carnet para ingresarlo, pero cuando me mira a mí y mira la pantalla, encontró algo raro (…) Me dijo que no me podía retirar del lugar porque tenía una condena pendiente”, relató al matinal Hola Chile.

Ese mismo día, Palma fue detenida por el delito de receptación. “Yo me puse a llorar. Lo único que pensaba era en matarme”, reconoció la mujer que nunca se había visto involucrada en algo así.

Captura La Red
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Felicinda fue condenada a 30 días de prisión en la cárcel de Illapel. “Todo lo que pasé me hizo perder muchos años de mi vida, porque yo seguí un año después de libertad luchando para poder limpiar mis antecedentes”, señaló la mujer.

“Estuve tres días detenida, yo le dije a la gendarme que yo me iba a matar. Yo tenía a mi hijo de 7 años y mi hija de 17, que habían quedado solos. Yo dije que no iba a pagar por algo que no había hecho. Tenía rabia por la Justicia, porque no me creyeron“, expresó muy afectada.

Captura La Red
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Robaron su identidad

Sin embargo, la verdadera culpable era su hermana, quien había usurpado su identidad. El hecho ocurrió cuando Carabineros detuvo a la mujer, y ella entregó el nombre y RUT de Felicinda, quedando registrada así. “No le pidieron carnet ni nada”, añadió.

Tras vivir esta pesadilla, la afectada demandó a su hermana por usurpación de nombre y al Estado por los errores del Ministerio Público que no corroboró su identidad en el proceso.