Flor Alba Cely de Vera, abogada defensora de Juan Valderrama, ya tiene la estrategia planeada para conseguir que su cliente sea considerado inimputable por el crimen del que se le acusa.

La idea de la leguleya es probar que el imputado tiene problemas mentales y así sea trasladado a un centro psiquiátrico en vez de a un penal.

Hasta ahora, Valderrama está acusado de desaparición forzosa de la excarabinera chilena Ilse Ojeda, algo que podría cambiar en las próximas horas donde pasaría a ser formalizado por homicidio calificado, luego que se confirmara que los restos hallados en Rionegro, corresponden a la mujer.

Es en este contexto que Cely de Vera le solicitará al juez del caso que se le realice un examen psiquiátrico, al hombre. “En Colombia somos imputables o no imputables. En caso de ser inimputable, Juan irá a un centro siquiatrico, esa es la posición de la defensa”, señaló la abogada a La Cuarta.

Uno de sus sustentos para pedir esto es un accidente de tránsito en el que estuvo involucrado Valderrama hace unos años y que lo mantuvo en coma durante un largo tiempo. Según ella, esta situación le habría causado problemas psicológicos.

Luego de conocerse esta táctica de la defensa, el diario colombiano El Tiempo, realizó un perfil del sujeto que estaría detrás de la muerte de la chilena que viajó a Colombia convencida en que podría vivir una vida plena junto al hombre que amaba.

Rasgos psicopáticos

El santandereano, nacido en Charalá, se presentaba como un hombre encantador, tal como lo presume en sus redes sociales, donde se muestra como un joven sonriente y galán”, se lee en el periódico.

En tanto, para el perfilador criminal colombiamo Belisario Valbuena, no cabe dudas que el móvil del crimen fue económico, ya que es “evidente la explotación de Valderrama hacia Ojeda”.

Agregó que “es un sujeto que empieza su accionar criminal como estafador en serie, en busca de mujeres que en su forma de ver pueden ser vulnerables. De esta manera, el sujeto ‘caza’ a señoras mayores que él, separadas, preferiblemente en otro país, seduciéndolas con historias ficticias”.

Según Valbuena, su estrategia de enamoramiento funcionaba al mostrarse como un “hombre encantador, romántico y amoroso, quien era capaz de enviar poesías y dedicar canciones”, sin embargo, era solo una fachada para esconder a “un sujeto manipulador, que iba averiguando cada uno de los vacíos afectivos de su ‘víctima’, como -por ejemplo- si había sufrido algún fracaso matrimonial o con alguna pareja. Luego de enamorarlas, él comienza su estafa, pidiéndoles dinero e incluso viajando gratis a los países de origen de estas mujeres”.

El fin inicial es netamente económico, es estafarlas, explotarlas no solamente de manera emocional sino de forma económica”, añadió.

En la misma línea, el especialista indicó que Juan Valderrama efectivamente tiene rasgos psicopáticos en su personalidad, como la mentira compulsiva o facilidad para mentir, ser encantador y poca o nula empatía, lo que elimina cualquier consideración por el otro.

“No consideró a Ilse como una persona sino como un objeto para obtener sus fines propios. Además, es un tipo irresponsable que no calcula las consecuencias de lo que hace, por eso la trató, prácticamente, como si fuera una res. Este sujeto no consideraba a la mujer como un humano sino como un objeto o animal del cual se puede deshacer cuando quería”, explicó Valbuena.

Por último, respecto al supuesto plan final que tenía para deshacerse del cuerpo de Ilse, agregó: “Quemar es un sinónimo de ira. Ese comportamiento de piromanía es psicopático y hace referencia a la ira. En el fondo él la odiaba y la destruyó de esa manera. Esa crueldad tiene que ver con que como su objetivo ya estaba cumplido, ella ya no le servía”.