Una desgarradora carta encontró Lesley Roberts en su correo electrónico, precisamente 12 horas después de que su hijo se quitara la vida. En el texto, el joven canadiense de 23 años le expresaba los motivos de su decisión.

Tras su muerte, Alex le reveló que hace dos años se había realizado una circuncisión en complejas circunstancias. “Tuve problemas con un prepucio apretado”, detalló en su carta de despedida, tal y como consigna el sitio Telemundo.

“Desde mi adolescencia me creó problemas de alcoba, ya que significaba que mi prepucio no se retraía sobre el glande como estaba previsto, lo que causó algunos momentos incómodos”, relató sobre la fimosis que padecía.

Por este motivo, en 2015 Alex decidió someterse a la cirugía con un médico de Canadá. “Le pregunté sobre el estiramiento y él me mintió por completo y dijo que a mí eso no me funcionaría (…) En gran parte confiaba porque sentí que él era el experto que mejor conocía el tema, así que con cierto escepticismo lo acepté”, añadió.

Lamentablemente, el médico tenía antecedentes de varias negligencias con sus paciente, pero Alex no llegó a enterarse, por lo que finalmente accedió a practicarse lo que, él creía, sería un procedimiento exitoso.

No obstante, fue todo lo contrario. Tras la cirugía, Alex no podía desarrollar una actividad física normal. “Donde una vez tuve un órgano sexual, ahora me dejaron con un palo entumecido y abatido. Mi sexualidad ha quedado en ruinas”, describió.

A pesar de buscar ayuda médica y psicológica, nada fue suficiente para calmar su dolor, por lo que terminó quitándose la vida. “No me sentí cómodo hablando del tema cuando tenía opciones, así que si mi historia puede generar conciencia para romper este tabú de la sociedad sobre la salud de los hombres, entonces me alegra que se publiquen mis palabras”, finalizó el joven en su carta de despedida.