“Espectacular fuga de 49 reos subversivos”, titulaba el diario del 30 de enero de 1990 en Chile, sobre el escape de los presos del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, desde la Cárcel Pública de Santiago. La historia llegará este año a la pantalla grande de la mano de 20th Century Fox.

Cuando faltaban cuatro meses para el plebiscito de 1988, un grupo de 29 frentistas (algunos involucrados en el atentado a Pinochet) comenzaron a construir un túnel que los llevaría muy lejos de las celdas, el cual terminaron un año y medio después, en enero de 1990.

Mientras se anunciaba el triunfo del “No”, en la cárcel, un grupo comenzaba a realizar pequeños raspados en un muro, el cual terminó convirtiéndose en un agujero de 80 metros de largo. “Lo terminamos con puros destornilladores, era lo más práctico”, explicó Raúl Blanchet, uno de los protagonistas del escape, en entrevista con el programa Yo Amo los 90’s de Canal 13.

Según relató, lo más difícil era ocultar las 55 toneladas de tierra que sacaron. “Cómo moverla después, esa era una de las grandes dificultades”, reconoció. Para esto, usaron “mangas” hechas con pantalones y bolsas de ferias, donde posteriormente la transportaron y depositaron en el techo de la cárcel, sin que nadie lo notara.

De esta forma, mientras un grupo cavaba el túnel, otro se encargaba de transportar la tierra. Un tercer equipo distraía a los demás internos. Cabe señalar que todo este procedimiento se realizó en total hermetismo, tal y como consigna un reportaje del sitio Publimetro.

Captura Canal 13
Captura Canal 13

El túnel comenzaba en una de las galerías de la cárcel de Santiago, pasaba bajo un muro, seguía cerca de la línea 2 del metro metropolitano, continuaba por una calle, y salía a la superficie en las cercanías de la estación Mapocho, así lo describió el sitio español El País en 1990.

Sin embargo, un problema presente en la estructura, era la falta de aire a la que se iban a enfrentar cuando escaparan. Como algunos tenían conocimientos de gasfitería, hicieron un sistema de ventilación, construido a base de una hélice que hacía circular el oxígeno a través de un tubo, hecho de botellas de plástico conectadas.

Pero, ¿cómo verían por dónde pasaban? La oscuridad no fue problema, ya que uno de los frentistas realizó un sistema de iluminación basado en ampolletas pequeñas que emitían muy poco calor. Además, cubrieron las paredes con madera, para evitar cualquier tipo de derrumbe.

Captura Canal 13
Captura Canal 13

A las afueras del centro penitenciario esperaba un grupo del Frente, expectante a que sus compañeros comenzaran a cavar los pocos metros que les faltaban para salir. “Nos pusimos la ropa de calle que íbamos a usar después, y encima una ropa de trabajo”, añadió Blanchet.

Fue a eso de las 9.15 de la noche, cuando comenzaron a ingresar al túnel y uno por uno se enfrentaron a la libertad. “Siento que me toman de las muñecas y lo único que necesitaba era un pequeño ‘tirón’. Me apoye con los codos, hice pie y salí. Todos hicimos casi lo mismo”, recordó.

Captura Canal 13
Captura Canal 13

Una vez afuera, los primeros 24 reclusos que eran parte del plan, dejaron el túnel abierto, donde otros 25 frentistas aprovecharon de realizar el mismo escape.

Fue recién a la medianoche cuando un grupo de presos del Frente Autónomo, notaron la ausencia de los 49 reos. A esas alturas, más de la mitad del grupo había comenzado un escape fuera de Chile y el resto permaneció ilegalmente en nuestro país, hasta que se pudiera resolver su situación judicial.