El testimonio de quienes presenciaron el episodio en que delincuentes quemaron vivo a un cajero de Servipag, en Hualpén, es fundamental para hacer justicia. Por eso la hermana del trabajador pidió a los testigos colaborar con la investigación.

Uno de los fundamentos de la jueza de garantía de Talcahuano para denegar la prisión preventiva de los hermanos acusados de quemar a Pablo Ramírez Arias, de 33 años, es que no existen pruebas suficientes para asegurar que se tratara de los verdaderos implicados.

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La escasez de testimonios obedece a varios factores, como el que la mayoría se retiró del lugar poco después de los hechos, antes que carabineros empadronara.

Sigrid Ramírez, hermana de Pablo, espera que la situación cambie y los testimonios aumenten, considerando la posibilidad de reserva de identidad y protección.

El fiscal Julián Muñoz confía en que aparecerán más testigos que colaboren con la investigación del caso.

Pablo Ramírez Arias, de 33 años, está grave en el hospital mutual de seguridad de Santiago, con quemaduras en rostro, brazos y espalda. Tras el ataque, logró ponerse de pie, abrir la cabina y caminar unos 10 metros antes de desplomarse y recibir la ayuda de clientes del supermercado y compañeros de trabajo.