Conmoción causó la aparición el cuerpo de una joven embarazada en el río de Buin. Se trataba de Carla Jara Tapia, de 22 años, quien tenía 8 meses de gestación. El autor confeso del ataque es su ex pareja, Pablo Ortiz Liberona (28), quien arriesga cadena perpetua y por primera vez, decidió romper el silencio y hablar sobre las circunstancias que rodearon el crimen.

Como consigna el medio nacional SoyChile, este hombre fue a buscar a Carla a su hogar el 22 de mayo, porque quería hablar con ella sobre la bebé que venía en camino. Según su versión de los hechos, esta salió en pijama y por su propia voluntad del hogar; mientras que la Fiscalía argumenta que fue llevada a la fuerza.

Lee también: Impacto por el asesinato de joven argentina embarazada: Novio confesó el crimen

Este condujo en auto hasta las cercanías del río: “Me dijo que no me iba a dejar tranquilo, que tenía que hacerme cargo (de su hija). Yo le dije que no era la manera de amarrar a una persona y que yo le iba a hacer un ADN a la guagua. Me dijo que no y que siempre iba a estar indagando en mi vida, que me iba a hacer la vida imposible y cambió su tono de voz, más agresivamente”, fue su testimonio.

Francisco Castillo | Agencia UNO
Francisco Castillo | Agencia UNO

Luego agregó: “Lo que recuerdo es que se acercó a mí y me levantó la mano y yo la agarré del cuello. Se desvaneció, cayó al suelo y yo la cacheteé para que reaccionara y no tenía pulso. No sentía nada y yo sentía pánico. Hice la reanimación y ya me entró el pánico completamente, el miedo. No sabía qué hacer y lo único que se me ocurrió fue ocultar el cuerpo y huir del lugar”.

El cadáver de la mujer no fue hallado hasta 9 días después de su desaparición y este relato, no hizo más que enfadar a los familiares de la joven. “Esta es la confesión de un animal. ¿Cómo tiene cara de hablar? cuando yo me equivoco doy la cara, pero pido perdón. El no tiene una pizca de arrepentimiento”, exclamó Verónica Tapia, madre de la víctima.

Francisco Castillo | Agencia UNO
Francisco Castillo | Agencia UNO

Desde su confesión, Ortiz se mantiene en “prisión preventiva y con condiciones de seguridad especiales en la cárcel Santiago Uno”, como detalla SoyChile. Además, se le practicarán exámenes psicológicos y también, uno de ADN a la guagua de Carla, con quien inició una relación en junio del 2014.

Las palabras de Pablo tuvieron el efecto contrario al que quizás esperaba, ya que a la salida de la corte, los familiares de Carla lo agredieron. Su asesinato se suma al de otras 26 mujeres, motivo por el cual se organizaron varias marchas a lo largo del país, pidiendo que no haya “ni una menos”. Pocos días antes de este cruel asesinato, causó conmoción la muerte de Fraulein Anfaro (32) y sus dos hijas, aparentemente, en manos de su propio padre y pareja.

Francisco Castillo | Agencia UNO
Francisco Castillo | Agencia UNO