La Corte Suprema ratificó sentencia que ordena al Servicio de Salud de Atacama a pagar una indemnización de $50 millones por los errores en el tratamiento médico aplicados a un menor edad, quien falleció producto de la administración excesiva de morfina.
En fallo dividido, la Tercera Sala del máximo tribunal confirmó el pago a la madre de la demandante Giselle Contreras Silva.
La sentencia ratificó la responsabilidad del servicio en la administración de una dosis de morfina mayor a la recomendada al hijo de la demandante, realizada en el Hospital Regional de Copiapó, en 2005, la que causó severas secuelas que derivaron en la muerte del niño en 2012, informó el Poder Judicial.
La resolución establece “Que los jueces de ambas instancias concluyeron que el agravamiento y posterior deceso del paciente tuvieron una relación directa con las maniobras médicas practicadas, las que revelan un actuar temerario al suministrarse morfina, e irreflexivo frente a las dosis y efectos colaterales aparejados al uso de ese medicamento, además de constatarse una acción médica retardada ante los cambios de salud que presentaba el lactante”.
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“Es por ello que -agrega- los referidos magistrados coinciden que el paciente recibió una atención médica deficiente que denota una grave imprudencia y falta de pericia en el actuar del equipo médico que lo atendió, comportamiento que es calificado como constitutivo de falta de servicio por la jueza a quo, y como de incumplimiento de obligaciones contractuales en la prestación de servicios médicos por los jueces del tribunal de alzada”, sostiene el fallo.