Una titánica tarea les espera al equipo de especialistas de la Clínica Las Condes, quienes encabezados por el doctor chileno Alejandro Conejero, practicarán el primer trasplante facial del país. El paciente: un hombre de 29 años quien desde hace una década que espera el tratamiento que le permita volver a comer, respirar y hasta cerrar sus párpados con normalidad.
Este hombre sufrió un trauma severo en su cara, que lo dejó con secuelas en los huesos y tejidos blandos, alterando su apariencia de manera definitiva. La severidad de sus lesiones fue tal, que una cirugía reconstructiva no es suficiente: el trasplante facial es el único tratamiento posible.
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El donante debe compartir el mismo grupo sanguíneo, mismo tipo de piel, fisonomía, ser hombre y tener entre 20 y 40 años: todo un desafío. Esta intervención, a diferencia del trasplante de órganos, no busca salvar la vida de los pacientes, sino que favorecer y mejorar su calidad de vida, como informa agencia UPI.
“La expresión facial es el medio que los seres humanos utilizamos para comunicarnos con otros. La cara es la ventana visible para conocer a otros y que otros nos conozcan”, expresó el doctor Conejero, cirujano plástico reconstructivo que se especializó en Boston, Estados Unidos.
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El caso fue evaluado por un Comité de Ética, compuesto por miembros ajenos a la institución, quienes finalmente aprobaron la intervención que necesitará de equipamiento altamente especializado.
El primer trasplante de este tipo se logró en Francia en el 2005 y hasta la fecha hay 28 personas que se han sometido a esta revolucionaria intervención. Y hoy, esta clínica está a punto de realizar el primer trasplante facial de Chile y Latinoamérica.
