La exintegrante del extinto programa juvenil Calle 7, Fernanda Gallardo se encontraba en Chile desde 2016, luego de haber partido a Ecuador junto a su pareja JC Palma, con quien participó en la versión ecuatoriana del espacio de TVN.
Estando allá televisó su matrimonio e incluso llegó a conducir un programa deportivo en el canal TC Televisión. Sin embargo, decidió volver ya que su mamá había sido diagnosticada con cáncer.
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Pero todo cambió este verano, tras recibir una oferta que no podía rechazar, por lo cual el 3 de febrero volvió allá. “Me salió una oferta muy buena. No lo pensé y en una semana me vine”, señaló a LUN.
En Ecuador su nueva casa televisiva es Canal 1 y está en pantalla en el estelar de baile BLN la competencia, pero eso no es todo, ya por las tardes estará en un programa de farándula, mientras que en la mañana en un espacio de dueñas de casa y tecnología.
Respecto a su regreso, confiesa “creo que la oferta llegó en el tiempo exacto. Me vine súper feliz, para nada triste y mi familia también está feliz. Acá en Ecuador está mi carrera, me hicieron crecer y me dieron el espacio que no tuve en Chile, esa es la verdad. Además estamos súper cerca en avión y mi trabajo me permite viajar tres veces al año”.
Una vez que llegó allá comenzó a buscar departamentos full amoblados porque es lo más cómodo para ella y su hija. Cabe señalar que en diciembre intentó retomar su relación con JC, sin embargo no funcionó y decidieron terminar. “Para él fue súper difícil igual darme permiso pero lo hicimos por el bien de nuestra hija. Actuamos como padres”.
Además contó que la familia de su exmarido es quien le ayudan en el cuidado de su hija Sofía mientras ella se encuentra trabajando, además de un círculo de amigos cercanos que no la deja sola.
En cuanto a la salud de su madre, señala que se encuentra mejor luego de someterse a un trasplante de médula ósea, motivo por el cual está tranquila.
Cabe señalar, que durante el tiempo que estuvo en Chile, aproximadamente un año, no tuvo ninguna oferta de trabajo interesante. “Me invitaban a programas, a veces querían que fuera toda la semana pero no me pagaban nada”.
