Ya sabemos que los espumantes han sido recomendados si estamos en plan de bajar de peso debido al poco aporte calórico que tiene esta bebida.

Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Reading, Inglaterra, demostró que tiene otro importante beneficio que desconocíamos.

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Los análisis dieron como resultado que dos o tres copas de espumante a la semana pueden contrarrestar los efectos de pérdida de memoria asociada al envejecimiento y retrasar trastornos degenerativos del cerebro, como la demencia.

Esta bebida tiene compuestos fenólicos que mejoran la memoria espacial y el almacenamiento de información.

Los compuestos actúan sobre el hipocampo y corteza cerebral, que son los que controlan la memoria y el aprendizaje, alterando favorablemente las proteínas ligadas al almacenamiento eficaz de la memoria y que a veces están agotados por la edad.

Los compuestos fenólicos provienen de las dos uvas rojas utilizadas para su fabricación: Pinot Noir y Pinot Meunier, que se usan junto con el Chardonnay de uva blanca.

Jeremy Spencer, profesor del Departamento de Alimentos y Ciencias de la Nutrición, dijo: “Los nuevos resultados muestran por primera vez que el consumo moderado de espumante tiene el potencial de influir en las funciones cognitivas, como memoria. Tales observaciones fueron reportadas anteriormente con el vino tinto a través de las acciones de los flavonoides que contiene”.

Y además agregó “sin embargo, nuestra investigación muestra que el espumante, que carece de flavonoides, también es capaz de influir en la función cerebral a través de las acciones de los compuestos fenólicos más pequeños, que se pensaba que carecen de actividad biológica. Animamos a un consumo responsable de alcohol, y nuestros resultados sugieren que un consumo muy bajo de uno o dos vasos a la semana puede ser eficaz”.