Ya es habitual que cada vez que hay un movimiento telúrico de considerable magnitud, quien aparece explicando el tema en televisión es Marcelo Lagos.

Por eso, estuvo invitado al matinal de Canal 13, Bienvenidos, donde relató una curiosa anécdota que le sucedió durante el terremoto de 2014 en Iquique.

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El geógrafo comenzó señalando lo siguiente: “Yo estaba el 1 de abril, el día del terremoto, en Iquique. Yo llegué a las cinco de la mañana a Iquique. Y me fui a la misma península donde están estos hoteles. El hotel, no me acuerdo el nombre, pero estaba en el piso 13 con un famoso en la otra habitación, que yo no sabía. Después escuché los gritos y lo fui a ayudar“.

Además agrega que “gritaba y gritaba. Independiente de ello, en la noche, después de hacer visiones de alturas de tsunami, estaba malo el ascensor. Me voy al piso 13. El (Hotel) Terrado, que está en la orilla. Pregunto en la conserjería si hay algo que comer. Me dicen ‘no hay nada’, pero cómase todo lo que hay en el frigobar. Subí ansioso por un chocman, lo que fuera. Llego arriba… No, de verdad. Había sido todo el día de trabajo intenso”.

El especialista en sismos, continúa su relato indicando “llego arriba. Abro el minibar. Había dos petacas de whisky, de esas chiquititas. Dije ‘no’. Lo cerré. Mi ángel bueno me dijo ‘no’. No. De verdad. Y me acosté ciertamente. Seguía moviéndose. Y de repente viene, debo ser honesto, como no tenía nada, fui al baño y traté de abrir ese estanque del wáter, para tomarme el agua. El estanque. No el wáter. Pero el estanque salía de la pared. Entonces no había estanque. Me fui a acostar y dije ‘no tengo agua’. Me tomé la petaca de whisky, la primera. Dije ‘esto viene de la papa, servirá’, me la tomé. Y me acosté con zapatos, porque no paraba de temblar. Y a las 11 y media de la noche vino el 7.6. No menor. Cerca de Iquique. E Iquique se movió muchísimo”.

Pero eso no es todo, ya que la historia continúa, por lo que a esa altura ya había captado la atención de todo el panel. “Inmediatamente se activan las sirenas. El público ya estaba sensibilizado, porque habían tenido un 8.2 el día anterior. Y empiezan a correr. Yo me instalé arriba, con unos láser, unos telémetros, que son los que te permiten mirar distancias horizontales, alturas. Y dije ‘este es mi momento’. Comencé en el balcón pequeño que estaba medio dañado a poner el trípode, apuntando al mar, para medir el tsunami mientras entra. Estoy en ese proceso, en el piso 13, mientras gritaba el famoso en la otra habitación, que yo no sabía que era famoso… En la práctica, hay temas éticos en televisión. Pongo los equipos. Empiezo a instalar hacia el mar. Se veía toda la playa Cavancha. Y veo que la gente empieza a correr con batas, con pijamas, hacia el estadio que está arriba, Héroes o Tierra de Campeones”.

Posteriormente cuenta que en medio de ese proceso, se hizo la pregunta si arrancaba o no, “entonces yo veo a la gente corriendo, desplazándose con pijamas, gritando, con linternas. Uno corre y evacúa. Y yo, instalando instrumentos. Inmediatamente guardé todo. Me puse la mochila. Bajé. Voy saliendo y, como escuchaba los gritos del famoso, que yo no sabía que era famoso, golpeé la puerta y abrí“.

Una vez que el logra abrir la puerta, el famoso lo reconoce y exclama “¡no puede ser, eres tú! ¡Un milagro!, un milagro. No podía creerlo, porque podía ser cualquier persona. Un bombero. Estaba muy emocionado y muy molesto. Me dijo que iba a hablar con su mánager, porque no le gustó haber vivido esa experiencia ahí. Es que pasa que a veces hay emergencias y gran parte de los medios se desplazan a estas zonas de seguridad“.

Finalmente termina diciendo “perdí los datos, porque no pasó nada, no hubo tsunami. Me fui al estadio Tierra de Campeones. Y cuando llegué arriba, con mi linterna, otra acá en el pecho. Iba con una webcam, con varios equipos. Y espérate. La gente me vio y te reconocía. Decía ‘¡bien!’. Se sentían acompañados. Y como no tenía agua y me había tomado una petaca de whisky, la gente me convidó sandwichs, huevos duros. No. Lo pasé bomba en el estadio“.