Daniela Ramírez, la actriz de 30 años conocida por protagonizar importantes producciones nacionales como Esperanza , Los Archivos del Cardenal y Amanda, hoy se encuentra en el mejor momento de su carrera, con su salto a la pantalla grande en películas como Ausencia, Swing y el thriller psicológico Madre.

“Me siento más grande, aunque siempre he sido más madura que el resto; el tiempo me ha dado experiencia, puedo decidir mis proyectos y saber qué es lo que quiero. Además que es súper difícil hacer una carrera como ésta. He podido trabajar en varios ámbitos de la ficción y hacer proyectos que me interesan”, reveló la actriz en una reciente entrevista con Revista Caras.

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La joven actriz nació en Maipú, en una familia de clase media y católica. Sin embargo, a los 16 años, y siendo la única mujer y la menor de tres hermanos, Daniela quedó embarazada, provocando un inesperado dolor en sus cercanos. “Quedé embarazada de un pololo, compañero de colegio… No era la idea en ningún aspecto. Pero a pesar de todo mi familia me apoyó e hizo que todo sucediera de la forma más amable”, señaló la actriz.

Ramírez reveló que el aborto sí fue una opción en ese momento. “Como cualquier mujer en una circunstancia como esa, claro que lo pensé, aunque claramente la mejor decisión fue seguir adelante. En eso me ayudó la familia, el saber que no estaba sola… ¿Cuántas niñas hay que tienen miedo, ven el futuro y dicen “qué voy a hacer”? Es súper difícil la vida, sobre todo si no cuentas con apoyo”, explicó.

En su colegio no tuvo problemas para terminar tercero y cuarto medio, incluso recibió mucha contención. Sin embargo, reconoce que fue muy difícil ser madre a esa edad. “Fue volver a tener 12 años, otra vez tuve que pedir permiso, depender de la familia para salir o para cualquier cosa…Volví a estar muy contenida por mis padres. Además, una niña embarazada a los 16 años no sabe mucho qué hacer… Pero ellos se portaron un siete, mis hermanos, todos”, recordó.

A pesar del difícil desafío de la maternidad adolescente, Daniela reconoce que su hijo Martín era lo que necesitaba su familia. “Nos unió. Había un ser humano pequeñito que nos derretía a todos y es increíble como uno no dimensiona el amor que le puedes tener. Para mis papás, mi hijo fue su primer nieto y dentro de lo duro que es asumir una situación así, fue un regalo…”, señaló.

“Para mí Martín fue un cable a tierra; antes de él yo andaba conociendo, pololeando, siendo feliz…Tengo un antes y un después. Para mí, Martín siempre ha estado conmigo. Me ayudó a crecer. Todos los objetivos que yo podía haber tenido en mi vida se formaron cuando yo tenía a Martín guagua”, recordó la exitosa actriz del área dramática de Mega.