Este sábado Francisco Kaminski y Carla Jara contrajeron matrimonio luego de cuatro años de relación y de un hijo en común, el adorable Mariano.

El lugar escogido fue el balneario de Puerto Velero, Región de Coquimbo, donde llegaron cerca de 80 invitados para disfrutar de una ceremonia frente al mar y de la posterior fiesta.

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No obstante, pese a la felicidad de la pareja por el enlace, al conductor de El show después del late lo acongojaba una pena difícil de disimular. Su abuelo, Walter Kaminski, de 86 años, había fallecido el viernes.

Francisco Kaminski | Instagram
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Pese a lo terrible de la noticia, la pareja decidió igualmente casarse, principalmente porque, según lo que el novio le dijo a Carla, su abuelito lo amaba y quería mucho a Jara, por lo que iba a estar muy feliz con esta unión.

Aún así, la pareja tuvo que volver muy temprano el domingo por la mañana a Santiago, para asistir al funeral del querido ‘Opa’, como le llamaba Francisco.

Trasnochados y todo, los recién casados emprendieron viaje de regreso a la capital a eso de las 8 de la mañana, y en auto, por lo que Kaminski manejó cerca de cuatro horas para poder estar al lado de su familia, principalmente su padre y su abuela.

La misa fúnebre se vivió a eso de las 15:00 horas y el animador de El show después del late estaba visiblemente emocionado. En conversación con LUN, contó que su idea era recuperar un poco el tiempo perdido y que por lo mismo fue un viaje especial.

Respecto a si pudo disfrutar de la celebración de su boda, el rostro de UCV-TV indicó que sí lo pasó bien aunque nunca se desconectó totalmente. “Mientras avanzaba la fiesta fueron entrando tragos al cuerpo y se fueron viviendo emociones. Se recordaron ciertos momentos y él siempre estuvo presente, que fue lo que quería que sucediera“, indicó.

Por último, sobre la luna de miel, Francisco señaló que si bien tenían algo preparado, decidieron esperar para acompañar a la familia. De hecho, existe una celebración pendiente con ellos, puesto que ninguno pudo asistir a su matrimonio, y que también esperará unas semanas.

Ayer (sábado) mi corazón estallaba de felicidad, hoy estalla de pena. A Kami le afecta mucho, nos vinimos conversando cuando volvíamos a Santiago y él venía muy triste mientras manejaba, me imagino que solo fueron recuerdos porque cada cierto rato se le llenaban los ojos de lágrimas“, indicó Carla.