Este sábado Francisco Kaminski y Carla Jara contrajeron matrimonio luego de cuatro años de relación y de un hijo en común, el adorable Mariano.
El lugar escogido fue el balneario de Puerto Velero, Región de Coquimbo, donde llegaron cerca de 80 invitados para disfrutar de una ceremonia frente al mar y de una banquetería ad-hoc a la ‘onda’ del matrimonio.
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No obstante, pese a la felicidad de la pareja por el enlace, al conductor de El show después del late lo acongojaba una pena difícil de disimular. Su abuelo, Walter Kaminski, de 86 años, había fallecido el viernes.
La noticia provocó que ninguno de los familiares directos de Francisco pudiera asistir a su ceremonia, ni siquiera su padre, quien oficiaría de padrino de su boda.
En medio del enlace espiritual, encabezado por Mirtha Verde-Ramo, quien también bautizó al hijo de ambos, Carla tuvo que entregar un mensaje a su ahora marido, el que pronunció sollozando. “Quiero agradecerte por ser tan valiente, por estar acá entero porque sé que el Opa está aquí con nosotros“, señaló la estudiante de Medicina Veterinaria.
En conversación con LUN, Kaminski aseguró estar tranquilo pues esto era lo que su abuelo quería. “Quería que formara una familia que tuviera valores, que construyera un cimiento porque él tenía 62 años de matrimonio”, agregó.
También lamentó no poder acompañar a su abuela, aunque este domingo viajarían muy temprano de vuelta a Santiago para ser parte del funeral de su ‘Opa’, como le llamaba él.
Francisco reconoció que debido a la noticia pensó en un principio cancelar el matrimonio, y Carla también lo vio como una posibilidad. “Fui muy respetuosa y le pregunté si quería suspender la ceremonia. Él dijo que su abuelito a él lo amaba y a mí me quería mucho, que iba a estar muy feliz con esta unión y que siguiéramos adelante con todo“, indicó la actriz.
Por último, Carla también se vio ‘apurada’ durante esta semana, puesto que el martes pasado su abuelo materno sufrió un derrame cerebral, por lo que tampoco pudo estar presente en su matrimonio. “No murió pero no pudo viajar porque no puede caminar. Ha sido bien acontecido esto. Mis amigas me decían que cuando las cosas cuestan se valoran mucho más“, finalizó.
