Aunque a algunos no les gustó el vestido del diseñador Iván  Pilkman, Ivette Vergara fue una de las mujeres que más piropos recibió en la Gala del Festival Internacional de la canción de Viña del Mar y particularmente gracias a su exuberante anatomía.

Es que el apegado diseño le calzaba perfecto a la morena esposa de Fernando Solabarrieta haciendo destacar sus trabajados glúteos, que no son sólo gracias a la genética, sino que a un intenso y consciente trabajo físico.

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Mario Dávila | Agencia UNO
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Así lo reveló la panelista de Mucho Gusto, que a sus 44 años tiene un cuerpo envidiable y un física que muchas quisieran llegar a tener.

“Significa que el vóleibol me ha hecho muy bien. Empecé a los 11 años y nunca he parado. Hago preparación física de lunes a viernes por una hora y media y entrenamiento dos horas, tres días a la semana”, contó la exmodelo a LUN.

“En los años 90 empecé a hacer ejercicios con pesas para los glúteos. Una amiga tenía un trasero maravilloso y me motivó. Fueron 10 años en los que me concentré en eso. El glúteo es uno de los músculos que mejor reacciona porque es grande. Y la materia prima siempre estuvo”, añadió Ivette.

Sin embargo, según confiesa, no siempre fue fácil tener este cuerpo, y pasó por complejos momentos durante su adolescencia.

“Me sentía un poco acomplejada por mis glúteos. Desde chica me decían que tenía cuerpo de mulata y, cuando tenía 12 años, me daba vergüenza que me dijeran eso. También me dijeron alcachofa en una época. Entonces cuando eres tan chica te produce un cierto trauma… no sabía si el comentario del cuerpo de mulata era un piropo o mala onda. Ahí me di cuenta de que empecé a usar buzo ancho para no mostrar tanto. A los 15 ó 16 años parecía de 20 y también recibía piropos subidos de tono, así que me resté un poco de mostrarme“, recuerda la mujer que saltó a la fama luego de animar el emblemático Hugo, durante los años 90 en TVN.

Ivette Vergara | Instagram
Ivette Vergara | Instagram

Esta ‘tranca’ además la complicó de cierta forma durante sus años como modelo, sin embargo, hoy por hoy está más que conforme con su físico.

“Me molestaba el trasero, porque no sólo es eso, también soy de piernas grandes. Trabajaba mucho para estar más flaca. Hoy veo videos y digo medio espantada que estaba muy flaca. Recién a los 40 años me he reconciliado con mi cuerpo. Ahora digo: es lo que hay y me gusta”, cerró la bella periodista que impactó con su figura en la última Gala de Viña.

Mario Dávila | Agencia UNO
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