El pasado jueves 5 de enero, el animador de TV Ignacio Franzani vivió uno de los momentos más duros de su vida, tras sufrir un ataque de pánico a minutos de comenzar un nuevo episodio de su programa Mentiras Verdaderas.

De acuerdo a lo señalado por el propio conductor de La Red al diario Las Últimas Noticias, “Empecé a sentir que sudaba mucho, a sentirme ahogado, muy agitado y con hormigueo en las manos, boca y en los pies”.

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El rostro de 37 años reveló que tras someterse a unos exámenes “me dijeron que era un ataque de pánico, por la sintomatología (…) Fue una señal para chantar la moto, relajar la vena, andar un poco más tranquilo en cuanto a la pega. Es una advertencia del cuerpo y hay que saberla oír”.

“Los días previos a esto me sentía súper exigido como de cabeza, el hámster que uno tiene ahí dentro. Lo que dijo el médico es que tiene que ver con una situación de estrés, de cansancio, de exigencia y que tenía que dormir más. Además no había podido salir a correr, hacer ejercicio”, dijo.

Tras ello, Franzani volvió al trabajo con una visión renovada. Este viernes terminó su reemplazo a Eduardo De la Iglesia en Hola Chile y se está centrando más en su bienestar.

“Lo que viví fue como un reseteo, porque esta semana anduve súper bien. La sensación desapareció, además que acá en el programa vinieron invitados que hicieron hartas terapias, como masajes que me dejaron bien relajado”, agregó.

Sumado a lo anterior, el fin de semana pasado se fue a la playa con unos amigos y ahora planea tomarse vacaciones con su familia, para seguir descansando. “No hice nada, dormí harto. Estuve todo el día echado en una hamaca leyendo el diario”, señaló sobre su salida, agregando que “Ahora, por primera vez en años, me voy a ir a Quintay por dos semanas con mi familia, me voy a llevar unos libros y disfrutaré del sol”.

Finalmente, Franzani comentó que le gustaría hacerse una “revisión técnica” en términos de salud y realizar algún tipo de terapia, ya que no sólo lo impactará positivamente en su trabajo sino que sobre todo en su vida emocional.

“En el Mentiras Verdaderas trabajamos harto con las emociones que están súper a flor de piel, y cuando uno tiene más herramientas en torno a ellas puede incluso llegar más a fondo en la conversación”, concluyó.