El pasado miércoles, fue el estreno del programa conducido por Macarena Venegas, Nadie está libre. El docureality, mostró la historia de tres jóvenes, madres solteras e irresponsables, quienes vivieron la experiencia de pasar un día en la cárcel.

Michaela Fernández, fue una de las seleccionadas para participar. La estudiante de derecho de 20 años, tiene un niño de cuatro años, a quien deja al cuidado de su mamá, mientras ella sale a fiestas.

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La madre de la joven, Gabriela Mais, se contactó con la producción y decidió inscribirla en el programa. “Parten en las previas con los combos de piscola y se van a la una de la mañana a bailar cuando ya están curados, lo he visto de una forma excesiva. Y los papás les pasan los medios autos porque no tienen idea. Alguien tiene que dar la cara y fui yo”, explicó la mujer a LUN.

Gabriela reconoció que le interesa salvar a sus hijos. “No te imaginas la cantidad de mamás, compañeras, amigas mías que me han dicho ‘te pasaste para ser valiente, ojalá hubiera sabido para meter a mi hijo””, reveló.

Tras el programa, Michaela se sometió a una terapia que le ayudó a mejorar su actitud. “-La experiencia en la cárcel- fue heavy, pero no me arrepiento para nada porque yo sabía que su integridad física no corría peligro. Si me dijeran que lo volviera a hacer, lo haría porque de verdad sirvió harto, fue un buen remezón“, comentó la preocupada madre.

Actualmente, la joven lleva una vida diferente y según su madre, se ha vuelto más responsable.