La última vez que la vimos en televisión fue hablando de su difícil embarazo a fines del año pasado, fecha en que dio a luz a su bebé.
Felipito nació tras una cesárea de urgencia a la que fue sometida Mariela Sotomayor, quien presentó fuertes dolores, y pesó sólo 1kg 185 gramos.
En entrevista con Página 7, la panelista de Maldita Moda, hizo un alto en su movida agenda y con el mismo buen ánimo con el que la recordamos contó cómo está su salud y la de su bebé, recordando los complicados momentos que vivió.
“Fue un momento súper duro, muy complicado, con muchos miedos en todo sentido, miedo de que le pasara algo malo a mi bebé y miedo de que me pasara algo a mi. Imagínate, yo tengo otra hija, una familia… por eso siento que ha sido uno de los momentos más complicados que me ha tocado vivir. Gracias a Dios, todo salió muy bien y mi hijo ya cumplió 7 meses y, salvo por algunas complicaciones, ya está muy recuperado, pesa casi 7 kilos, ¡así que feliz!”, declaró la periodista con su tono particular.
Pero ya con su bebé en brazos, Sotomayor hizo una reflexión sobre la intensa vida que llevaba, pese a que el médico le recomendó ser más pausada:
“Uno a veces es súper porfiada. Desde un principio yo supe que mi embarazo tenía algunas complicaciones de restricción intrauterino, que significa que el feto no está creciendo como debiera, entonces me dijeron que tenía que bajar las revoluciones y descansar más. Por hacerme la valiente traté de mantener el ritmo y mi embarazo a la vez, y no resultó”.
Ante esto la periodista tomó una decisión. “Definitivamente el tema de la maternidad es algo que mi cuerpo no asume con la naturalidad que lo hacen otras mujeres, es mas, por esa razón es que pretendo quedarme con mis dos pequeñitos y no embarazarme más. Sería muy complicado para mi y el bebé, además ya tengo una parejita maravillosa, mis dos niños son muy especiales, cada uno tiene algo que es mágico y que nos llenan la vida a mi marido y a mi”.
Felipito estuvo un mes y medio en la UCI, según nos contó Mariela, ganando peso gramo a gramo. “Todos los días lo pesaban y subía entre 25 a 40 gramos diarios. Para nosotros fue toda una lucha, yo creo que definitivamente este embarazo lo vivimos de una manera muy especial, celebrando cada día de vida desde el comienzo, cada avance, cada gramo que ganó y las etapas que tuvo que ir superando, desde alimentarse por sonda hasta llegar a los 2 kilos para poder venirse a la casa con su familia”.
“Con mi marido íbamos todos los días a verlo; como mamá creo que terminé de desarrollar ese instinto maternal, porque mi hijo era muy indefenso, mucho más que los bebés que nacen en su tiempo normal y con buen peso, busqué todas las maneras de entregarle mi energía de las ganas de vivir. Me acuerdo que la primera vez que lo vi para mi fue muy impresionante, como que me quedé en shock, pensé ‘¿qué voy a hacer yo con esta guagüita tan chiquitita?’, me dio mucho susto no lograr hacerlo bien”, recordó Mariela.
A esto añadió algo muy emocionante. “Al segundo día agarré valor y pedí que me lo pasaran para poder tenerlo en mis brazos, era tan delicado que ni siquiera podía sacarlo yo sola de la incubadora, y me di las fuerzas, lo cargué en mis brazos y pensé ‘tengo que entregarle algo lindo, algo que lo llene de energías positivas, algo que lo mueva a vivir’ y le canté Gracias a la vida, de Violeta Parra. Es una canción que yo cantaba cuando chica, muy especial para mi, nunca me voy a olvidar que en el mismo momento que empecé a cantarle él abrió sus ojitos por primera vez y me miró profundamente. Se la canté todos los días hasta que llegó a la casa y hoy es su canción de cuna preferida. La cantamos todos los días con mi Luciana, que tiene 4 años, y que de tanto escucharla se la aprendió”.
Con respecto a cómo ha sido su experiencia como madre en estos siete meses, ella aseguró que “Hermosa, a veces muy agotadora, pero completamente enriquecedora. Como mujer, como mamá y como esposa, siento que he crecido mucho y eso me llena de orgullo y me da las fuerzas de seguir adelante”.
Su esposo ha sido una pieza fundamental en este proceso “y súper clave para que todo lo que te cuento pueda hacerse realidad. En este momento estamos los dos a cargo de los niños, ya que nuestra nany de siempre se fue para abocarse a otros temas y no hemos encontrado aún una persona de confianza que cuide a nuestros hijos. Mi marido es un súper papá que cambia pañales, hace mamaderas, canta canciones de cuna, prepara el almuerzo y me ayuda en todo; es un gran compañero y entre los dos hemos ido ganando terreno en el arte de construir una familia sana, feliz y llena de amor”.
De regreso al trabajo
Mariela es tan trabajólica que a sólo cuatro días del nacimiento de su segundo hijo llamó a su amigo y compañero de radio Pablo Pillas, para decirle que estaba lista para volver. ¡Estás loca! le dijo él, quien la envió a descansar por unos meses.
Pero ya regresó oficialmente a la radio y en el camino, según nos detalló, han surgido también otros proyectos y desafíos laborales que ha aceptado con mucha alegría.
Un día “normal” de Mariela
“¡Te mueres! Hago cosas todo el día. En la mañana me levanto a las 5:45 para ir a la radio Tiempo, para hacer el programa que hace un año ya tenemos con Pablo Millas a las 7 de la mañana, en donde revisamos el acontecer nacional e internacional para empezar el día bien informados; llego a mi casa a ver a mis niños, hacer mamaderas, cambiar pañales, etc. Luego trabajo en “Sánese usted mismo”, una revista del área de la salud y el bienestar, patrocinada por la empresa Socoter, especialista en productos elaborados con imanes para combatir dolencias y tratamiento de enfermedades. Con mi marido nos turnamos para preparar el almuerzo y en las tardes las dedico a trabajar en la nueva campaña publicitaria de los salones “Hugo Guerra”, que este año viene con un concepto de belleza absolutamente renovado y sobre el cual estaremos dando grandes sorpresas”.
Pero eso no es todo, porque por si fuera poco, Mariela también trabaja en la edición periodística del programa radial Johnson Contigo, del área de responsabilidad social de esta multitienda, puntualmente en la comuna de Coronel, región del Bío Bío, “donde tenemos un programa de Radio Dinámica, que va de lunes a viernes de las 9 a las 10 de la mañana. Cada día tenemos un profesional de diversas áreas entregando respuestas a las consultas de los auditores sobre diferentes temas de interés”.
Todo esto lo puede lograr porque ella distribuye sus tiempos, a excepción del programa radial de las 7 am, lo que “me permite ser efectiva y ocuparme de que todo ande bien”.
¿Y hay tiempo para pololear con su marido? ¡Por supuesto!
“Con mi marido, cuando los niños duermen, aprovechamos para hacer cosas juntos, regalonear, ver películas, series y compartir con un grupo de amigos que, al igual que nosotros, son de Chillán y viven en Santiago. ¡Esta es de verdad mi propia vida caóticamente hermosa!”, expresó riendo.
El cariño de la gente y su regreso a Chilevisión
“La gente ha sido muy cariñosa conmigo, en ningún momento he dejado de recibir mensajes a través de Twitter, Facebook, Instagram, etc. Muchos me preguntan por mi bebé y yo me doy el tiempo de contestar todos los mensajes, me preguntan que cuándo vuelvo, que extrañan mis comentarios, y eso es muy gratificante porque muchos dicen por ahí que la gente se olvida rápido de uno”, expresó la panelista de Maldita Moda.
“Yo creo que esto que me pasa no es nada más que la retribución a un trabajo hecho con amor, con pasión, con gusto por la pega y la gente lo recibió así y le pareció que era algo genuino, sin pretensiones de ser nada mas que lo que es, una galla media loca, que se toma las cosas con harto humor y le gusta pasarlo bien”, continuó.
Con respecto a su regreso a la pantalla, indicó que volverá en unas semanas, pero no puede adelantar una fecha.
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