Uno de los espacios más esperados por los televidentes durante las 27 horas de amor es la Vedetón, que aunque se emita a altas horas de la madrugada igual acapara la atención de los machos que se mantienen despiertos para disfrutar con los sensuales bailes de hermosas féminas.

Este año la Teletón se llevará a cabo el próximo 27 y 28 noviembre y ya había una fémina del espectáculo nacional que se estaba candidateando para aportar con su belleza en este segmento. Se trata de Marcela Vacarezza, y quien para desgracia de sus fans su participación se redujo a humo debido a un particular reclamo.

De acuerdo a lo acotado por la propia mujer de Rafael Araneda a diario La Cuarta, fue una de sus hijas la que no quiso que que ella se mostrara ligera de ropa en pantalla, y bueno, como una mamá empática ella trató de entender su negativa.

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“Una de mis niñitas dijo que no, que se moría, entones una no puede mandarse a cambiar sola con cosas así. Tengo cabros chicos en edad de bullying, no es por ser cartuchona, ni ninguna cosa, pasa que una ya no es sola, si una hace una cosa así involucra a los niños, ellos van al colegio”, manifestó la rubia de acuerdo a lo acotado por el diario pop.

Eso sí y a su favor, su otra retoña -la mayor- la apoyaba en esta incursión. “Pensé que las dos se iban a morir de espanto y cuando les preguntaron (en el show de Katy Perry) una dijo ‘nooo’ y la otra ‘sí, ¿por qué no?’, ella es la de 14, que es la más grande y es parecida a mí, le da lo mismo lo que piense el resto”, acotó Marcela.

Finalmente, sentenció aclarando que su propuesta de participar en la Vedetón partió como una humorada, pero al ver el interés del medio reconoce que el asunto se escapó de sus manos. Por cierto, el “Rafa” no tenía idea de esto.

“El marido no tiene idea, no le he dicho nada, está en México, está totalmente perdido. Lo mío fue una broma que nunca pensé que iba a agarrar tanto vuelo. Sí, es choro, entretenido, porque hay mucha mujer regia en Chile sobre los 40 años, entonces podría ser como una humorada, pero al final una humorada también es complicada, porque se la van tomando en serio, entonces cual es el límite. ¡Ay no sé, se me fue de las manos!”, cerró Vacarezza.