La hija adoptiva de los famosos actores Tom Cruise y Nicole Kidman, Isabella Cruise (22), siempre llevó una vida discreta, alejada de los reflectores de Hollywood y los flashes de los paparazzi. Su nivel de privacidad llegó a tal punto, que decidió tener una boda secreta, la que no incluyó la presencia de sus propios padres.
La ceremonia de la joven se llevó a cabo el pasado 18 de septiembre en el hotel Dorchester, en Londres. Fue ahí que le dio el sí a su novio, el consultor tecnológico Max Parker, con el que tenía una relación desde hace ya varios años.
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De acuerdo a información de la revista Us Weekly, recogida por el portal BioBioChile, la novia se habría puesto un mini vestido de encaje blanco y fue acompañada exclusivamente por un pequeño circulo de amigos, los que conoció mientras estudiaba en la Academia Vidal Sassoon.
Una fuente cercana reveló que “Bella realmente no quería hacer una gran cosa de esto”. “Ni siquiera hubo una recepción oficial, fue todo muy, muy informal”, agregó.
Si bien hubo rumores respecto a que Cruise no habría querido asistir a la boda porque el novio no pertenece a la Cientología -religión que practican tanto Tom como su hija-, la revista People los desmintió, explicando que la relación entre ambos es muy buena, llegando a tal punto que fue el protagonista de Misión Imposible quien costeó los gastos del matrimonio.
Al parecer, el verdadero motivo del secreto fue que los recién casados no querían llamar atención, en especial la de los paparazzi, queriendo una ceremonia privada y entre amigos.
Recordemos además que tanto Isabella como su también hermano adoptivo Connor, crecieron junto a los actores, quienes luego de divorciarse compartieron la custodia de ambos. Transcurrido el tiempo los niños dejaron de serlo, y ahora Connor se desempeña como DJ e Isabella -más conocida como “Bella”- como peluquera, un trabajo no tan glamoroso como el de sus padres.
