En una entrevista concedida al programa Algo Personal de UCV, el querido rostro de Canal 13, Francisco Saavedra, recordó un duro episodio de su vida.

En conversación con Juan Carlos “Pollo” Valdivia, el animador de Lugares que hablan ahondó en un tema que ya había tocado anteriormente pero no en extenso: se trata de su experiencia con la cocaína.

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Saavedra contó que siempre lo tuvo todo y que cada vez que tenía un problema aparecía su abuelo y los solucionaba con plata. Por eso no sabía hacer nada, hasta que se aventuró y decidió dejar su natal Curicó y viajar a Santiago a estudiar.

“Salgo del cascarón y llego a Santiago y empiezo a estudiar Comunicación Audiovisual. Entonces (surgió la pregunta de) cómo me valido ante al resto, cómo me hago moderno. Tenía que validarme, tenía que existir y yo recuerdo que empecé a carretear mucho con mis compañeros, trataba de ir a todos los lugares. Una compañera me dice un día ‘Probemos cocaína’ y ahí estuve 3 meses metido, eran 3 o 4 veces a la semana. Gracias a Dios una prima mía me vio y me acusó a mi mamá”, contó el animador de Canal 13.

Lo que pasó posteriormente no lo recuerda con agrado, pues narró que su madre llegó un día a la capital y trajinó el departamento donde él se quedaba. “Llega una mañana y yo estaba despertando de una resaca y de repente siento que abren la puerta del departamento y empiezan a registrar todas las cosas y yo me paro asustado pensando que era la PDI (bromea), y era mi mamá”.

En ese momento fue que su madre se dio cuenta de la vida que tenía su hijo, “de campo” en la ciudad.

“Fuimos a una clínica cuando ya me agarran mis papás, (…) donde era casi una terapia familiar. Me dio mucha rabia conmigo mismo. La enfermera le entrega el presupuesto a mi papá: eran 11 millones de pesos la desintoxicación”, narró Saavedra, agregando que su papá le cayó una lágrima y dice ‘Bueno, habrá que vender un camión’.

Eso marcó un antes y un después en la vida de Pancho, quien en ese minuto se trató de lo peor. “Yo me dije ‘pendejo de mierda’. Que mi papá tenga que deshacerse de una fuente laboral porque el niñito anda arriba de un canasto en Santiago, en ese minuto se acabó”.

Finalmente, pese a que le costó probarle a su padre de que se iba a acabar ese asunto, lo consiguió.

Te dejamos a continuación el video de la entrevista: