El pasado 15 de septiembre la argentina María Alberó y su esposo, el ex futbolista Iván Zamorano, protagonizaron un feo accidente en Buenos Aires, luego que su auto se volcara producto del impacto de otro vehículo.

Afortunadamente ambos la sacaron “barata”, pues “Bam bam” no sufrió ningún rasguño, y Alberó quedó con unos moretones en las piernas, además de dolores en el cuello y espalda. Nada que un reposo y antiinflamatorios no solucionen.

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La pareja iba en ese momento a un almuerzo, cuando otro auto los chocó y provocó que el vehículo del chileno se volcara frente al Parque Japonés. Dado lo concurrido del lugar, un helicóptero llegó a buscar a los heridos, en este caso, la modelo. “Me hicieron las placas (radiografías) y se dieron cuenta de que no tenía fracturas ni problemas mayores. Me dieron el alta a las 6 horas”, señala a LUN, Alberó.

Actualmente, los tórtolo se encuentran de vuelta en Santiago para reincorporarse a su programa en UCV-TV De aquí no sale, sin embargo, continúa atemorizada. “Una queda asustada tras una experiencia así, pero debo salir adelante. Es normal quedar con esa sensación después de un trauma importante”, agrega.

Pese a que no tiene muchos recuerdos sobre el accidente mismo, la rubia señala que en el momento del impacto estaba justo revisando un mensaje de “Pampita”, y que luego de eso, solo recuerda que daba vueltas y escuchaba la voz de Iván a lo lejos. Tampoco se dio cuenta que estaba en una posición extraña, ni menos sentía dolor, producto de la adrenalina del accidente, no obstante, su mano sangraba. “Fue como un sueño, como algo que le pasaba a otra persona. Recién al otro día empecé a recordar algunos detalles, confiesa.

Foto del accidente - Twitter
Foto del accidente – Twitter

Alberó cree que el cinturón de seguridad y los airbags del vehículo la protegieron de consecuencias peores, pues lo que sí recuerda, es que estaban como “flotando en el aire”.

También señaló que se cruzaron los planetas, porque pese a lo concurrida de la avenida, no pasó ningún otro auto que los chocara o un ciclista. “Pensamos que tenemos unos ángeles protegiéndonos, porque nadie podía creer que quedamos bien después de eso, cuenta.

La modelo asegura que no presentarán acciones legales pues el otro conductor era un joven de 17 años, y pese a que están en Chile, quiso tomarse unos días más para descansar, antes de volver al ruedo. “Hasta el lunes no me sentía con muchas ganas de ir al trabajo ni de hablar, pero hoy ya estoy mejor. La gente nos ha entregado mucho cariño, me ha escrito por el Twitter. Quisiera decirles que estamos bien