Angélica Lillo fue una de las cinco princesas escogidas para la segunda versión del dating show de Canal 13 Amor ciego. A siete años de esa experiencia, la joven triunfa como empresaria muy lejos de Chile.

Luego de su participación en el reality, la morena recibió una herencia con la que se compró un departamento y comenzó a trabajar independiente desde muy joven en programas de televisión y en empresas de moda.

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En 2012, decidió abrir su propia agencia de modelos Vanity models, con la que hizo un catálogo y se aventuró. “Les golpeé la puerta a cineastas, canales de televisión y a productoras audiovisuales. Me llamaron y ahora puedo decir que me va bastante bien. Hace dos meses abrí otra agencia en Milán, en la que tiene fichada a la ex Amor a prueba Aylén Milla, y el próximo año quiero abrir una en Dinamarca”, señala Angélica a la revista M de LUN.

Actualmente vive en la ciudad de Limasol, Chipre, junto a su novio que es danés, y a quien conoció hace más de dos años en Chile. “Fue amor a primera vista. Nos vimos en un bar, me invitó a bailar, nos dimos los teléfonos, después fuimos a almorzar, me dio la mano y empezamos”, confiesa.

Al año, él volvió a Chipre, pues trabaja en una empresa de barcos petroleros de ese país, y ella lo siguió.

La chilena que habla inglés, francés, portugués y está aprendiendo griego, asegura que el país es súper caro, pero que tiene la suerte de visitar “los lugares más top y lindos” ya que la familia de su novio es dueña de una cadena de hoteles y restaurantes.

Al principio me costó dejar Santiago. Viví seis años sola, con mis reglas, pero estoy feliz”, remata la ex chica reality.

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