Tras estar radicada en La Serena durante un tiempo, la ex participante de Amor a Prueba tomó sus maletas y se vino de vuelta a Santiago para retomar su carrera en el modelaje.

Influenciada además con el hecho de que su hija Isabella ya está más grande (tiene dos años), la maniquí decidió retornar a la capital, y para ello arrendó un espacioso departamento de cuatro dormitorios y tres baños en Avenida Kennedy.

Pero ojo, que no alquiló sola, lo hizo a medias con su “hijastra”, Fernanda Dorochesi, hija de su pareja, el empresario serenense de nombre Alexis. La joven tiene 18 años y estudia Odontología.

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De partida la ex Miss Chile asegura que le carga la palabra “madrastra”, claro, si ella también es muy joven. “Ay no me gusta esa palabra, es un poco fea, como de vieja mala. Soy como una amiga más grande y hasta compartimos algunas prendas”, manifestó Camila a diario LUN.

De igual forma es enfática en señalar que no llega a invadir el espacio de nadie. “No llego a invadirle su espacio, porque arrendamos juntas un lugar”, agregó.

Fernanda en cambio, también está muy contenta con la posibilidad de vivir con la farandulera, principalmente porque han hecho muy buenas migas. “Me parece bien que tengamos edades similares. Al vivir con gente mayor siento que me están paqueando”, manifestó la estudiante.

Pese a que todo es miel sobre hojuelas por el momento, existe un punto que podría generar eventualmente algunos conflictos: el orden. Y es que Recabarren es una maniática de esto y todo tiene que estar limpio y siempre en su lugar.

“Las áreas comunes sí o sí tienen que mantenerse ordenadas, pero una no se mete con lo que haga la otra en su pieza”, puntualizó la modelo.

CAPTURA | Francisco León | LUN
CAPTURA | Francisco León | LUN