Antes de llegar a la televisión, la abogada Carmen Gloria Arroyo, de 49 años, estuvo en la defensa de polémicos casos. Así debió defender a Gemita Bueno cuando se descubrió que ésta había acusado falsamente a políticos chilenos de abuso sexual; y a Rodrigo Orias, quien degolló en plena catedral a un sacerdote.
No habla mucho de su pasado, pero se sabe que la vida de “La Jueza” no ha sido fácil. Siendo una niña su padre, con quien era muy cercana, se fue del hogar, y ella debió quedarse con su madre. En ese momento, según dijo en entrevista con el programa Primer Plano, se volvió fuerte, pues vio cómo su mamá debió salir adelante y sin ayuda.
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Todo esto contribuyó para que hoy se le vea como una mujer decidida, fuerte y con carácter. No obstante, también es cercana y sencilla.
Al igual que su madre, tuvo un quiebre matrimonial, y no tiene tapujos en responder que fue por dinero que entró a la tv, pues debía mantener a sus tres hijos luego de este doloroso episodio.
Hoy la vida le sonríe. Tiene un trabajo que le gusta, una linda familia y una relación estable con el modelo argentino Bernardo Borgeat, a quien conoció en una Cena, Pan y Vino del Hogar de Cristo.
Hace diez años, como todos, Carmen Gloria no lucía igual. De traje, a veces con lentes de contacto, y con un color de pelo un tanto más claro, se paseaba por el centro de justicia, casi su segunda casa.
Te dejamos a continuación las imágenes del rostro de La mañana de Chilevisión, antes de llegar a la tv.
