Al igual como un plato de determinada forma o diseño puede decir mucho sobre un restaurant, la forma en que sirves tu comida en ellos, también hablaría de tu personalidad.
Juliet Boghossian, científica experta en analiza cómo la comida influye en nuestras conductas, ha estado investigando la conexión entre los hábitos de alimentación y la personalidad durante los últimos 20 años. Juliet no cree que el tipo de comida que consumes determine cómo eres, pero sí la forma en que la comemos.
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Por eso, a continuación te dejamos con 7 explicaciones, recogidas por el medio estadounidense Cosmopolitan, sobre lo que ella ve cuando mira la forma en que dispones la comida en tu plato
1.- Le asignas el mismo espacio a cada alimento:
“Eres un pre-planificador que no toma más de lo que quiere o puede manejar. Eres disciplinado y no te alejas nunca de tus objetivos. Eres de esas personas que saben con certeza sus intereses apenas entran a la universidad. Sabes lo que funciona para ti y tus capacidades, y siempre estás viendo proyectos en todo“.
2.- Sirves todo revuelto en el mismo plato:
“Eres una persona de espíritu libre y que toma todo a su manera, y vive con ganas de probar y experimentar todo, incluso lo prohibido. En la universidad, estuviste tan ocupado explorando todas tus opciones que no podías elegir un área inmediatamente. Tienes los pies en la tierra, eres tolerante y priorizas mucho más tu vida que los “límites”“.
3.-Acomodas tus alimentos en un bowl o tazón, en vez de agruparlos en un plato:
“Eres un creativo incansable y único. Siempre estás ofreciendo experiencias memorables a tus cercanos. Tu pensamiento es libre e intentas presentar todo de manera diferente, bella y agradable. Te sientes mejor en espacios creativos tanto en tu casa como en el trabajo, pues buscas darle tu “toque” personalizado para así convertir el lugar en un espacio más atractivo. Eres de los que fijan sus prioridades de acuerdo a cómo se sienten y cómo harás sentir a otros“.
4.-Comes a menudo del plato de tu pareja:
“Tienes una personalidad fuerte. Mantienes relaciones muy cercanas con la que que te valora y tienes un serio problema para entender los límites, lo que podría traerte problemas relacionados a la privacidad. En tus relaciones, tu apertura permite una conexión muy profunda con el tipo de personas que gustan de los abrazos, de cenas íntimas y de compartir prácticamente todo. Es por eso que en la ropa, por ejemplo, no tendrías problemas para pedirle prestados un par de zapatos a un amigo para completar tu atuendo“.
5.- Solo sirves un tipo de comida en tu plato a la vez:
“Eres una persona disciplinada, metódica y orientada los objetivos. Gozas de un buen equilibrio y eres constante en todo. En las relaciones aprecias cada frase y/o experiencia. Respecto a tu estilo personal, eres más propensos a usar ropa atemporal, por lo que esto te permite disfrutar de cualquier experiencia que se les presente más allá de pensar en si tienen el look apropiado o no“.
6.- Apilas tu comida desde la parte superior del plato, organizadas de acuerdo a cómo se complementa un alimento con otro:
“Tus amigos te conocen como una persona “multitareas”, conformista y tradicional. Eres responsable de tus faltas y muy confiable. Eres de los que pueden ser ubicados en cualquier momento y cualquier día. También eres muy predecible para tu entorno cercano, testarudo y no disfrutas mucho de la aventura. En las relaciones, tu eres quien maneja la situación, pero debes tener cuidado de no convertirte en un “cuidador” o constante educador. En cuanto a tu estilo, eres más propenso a comprar una tenid completa que combine ropa, zapatos y accesorios…como, según tú, debe ser“.
7.- Puedes servirte la cena y el postre en el mismo plato:
“Eres una persona impulsiva. Cuando la oportunidad toca tu puerta, no tienes problemas en tomar ventaja de ella lo más pronto posible antes que otro te gane. Actúas tan rápido que a menudo pierdes otras oportunidades. Esto te hace susceptible a tener el síndrome del “deber ser”. En otro contexto, eres de los que a menudo siente remordimiento cuando compras algo impulsivamente sin pensar en el gasto que estás realizando.
