Aunque suene a mito, es una realidad que los niños entre 2 y 8 años sufren dolor óseo, comúnmente llamado dolor de huesos, durante su crecimiento. Pero ¿por qué le ocurre esto a los pequeños? ¿Significa que hay algún problema?

La realidad es que las causas generalmente son atribuidas al desarrollo físico y al crecimiento de los niños. De acuerdo a los especialistas “los huesos duelen, porque tienen un alto metabolismo durante el desarrollo. También lo hacen los músculos, que secundan el crecimiento”, asegura la pediatra Selva Benavente, según consignó el portal Vida Íntegra.

Sobre este tema la Universidad de Tel-Aviv de Israel, ha realizado estudios y de acuerdo a sus investigaciones algunos niños presentan dolores en las articulaciones durante su etapa de desarrollo. Esto se debe principalmente al crecimiento de los huesos, lo que provoca que se generen molestias.

El dolor se manifiesta principalmente durante las noches, siendo las piernas la zona más afectada, según señaló a Página 7 el pediatra Jaime Muñoz. Aunque es un hecho recurrente en los menores, el especialista recomienda siempre consultar, ya que pueden haber otros factores asociados.

Migelli|Visual hunt
Migelli|Visual hunt

“Hay que tener varias precauciones, los niños se quejan de dolores en las noches, muchas veces eso es por pie plano o problema de pisada del niño durante el día, lo que hace que la musculatura de la pierna se elongue más y que toda la musculatura de la pierna esté alterada durante el día; más que dolor de huesos, es dolor de la musculatura del niño”, sentenció el profesional.

Finalmente aseguró que en “lo que hay que tener cuidado, es si el niño tiene dolor de un solo hueso, de una rodilla o de una pierna. Es diferente cuando hay dolores óseos de ambas piernas o un dolor no localizado, esto puede ser mala pisada, es distinto a cuando es sólo una zona, ahí hay que hacer radiografías para descartar otros problemas”, aconsejó Muñoz.

Aquí te dejamos algunos consejos que pueden ayudar a disminuir las molestias, según consignó el portal Salud 180.

• Masajes leves en la zona afectada, sin hacer mucha presión.
• Compresas de agua caliente, las que no deben ser aplicadas por más de 20 minutos.
• Elongación, esto calienta los músculos y los ayuda a disminuir el dolor.

No obstante, lo más importante es siempre consultar a un especialista antes de dar por hecho que las molestias de los niños se tratan de dolor óseo por su crecimiento.