El otoño no es sólo el período del año en que se caen las hojas de los árboles, sino que también es una estación muy importante en el mundo de la agricultura, ya que es en estas fechas que comienza la extracción o cosecha de la aceituna, fruto que permite procesar el aceite de oliva.
Aunque su uso se ha extendido en el último tiempo, llegando a buena parte de las mesas chilenas, lo cierto es que su reciente incorporación al recetario nacional hace que muchas de sus propiedades, así como algunos riesgos, sean aún desconocidos para la población.
Un buen aceite de oliva, aquel que se denomina extra virgen, posee múltiples beneficios. Promueve la digestión y disminuye la acidez estomacal, reduce el estreñimiento y evita el envejecimiento celular, pero además es de importante ayuda para combatir agresivas enfermedades.
Así comentó a Página 7 la nutricionista Beatriz Reyes, quien detalló sus múltiples beneficios, haciendo hincapié en los más desconocidos, y además nos dio las claves para reconocer un buen aceite de oliva.
Beneficios
1- Reduce el estreñimiento: el aceite de oliva es un laxante.
2- Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
“Posee ácido linolénico, linoléico y oléico, que son ácidos grasos esenciales que regulan el colesterol, protegen los vasos
sanguíneos y regulan la presión arterial”, aseguró la especialista a la que puedes contactar al mail breyesp13@gmail.com.
3- Previene la diabetes tipo 2.
De acuerdo a Beatriz, al tener grasas saludables se puede incorporar en la dieta y evitar así el consumo excesivo de grasas saturadas o no saludables, que son un factor de riesgo importante para desarrollar la diabetes.
4- Mejora la calidad de la piel y del pelo.
5- Evita el envejecimiento celular prematuro.
6- Contribuye a una correcta mineralización de los huesos y a su desarrollo.
“Es muy importante que esté presente en la dieta de los niños durante el crecimiento, y también en la edad adulta, para limitar la pérdida de calcio que se produce en el envejecimiento, y que puede desembocar en patologías como la osteoporosis”, indicó la nutricionista.
7- Reduce síntomas de la fibromialgia.
“Un estudio realizado en la Universidad de Jaén, España, concluyó que los pacientes que ingerían 50 ml de aceite de oliva extra virgen crudo al día, obtenían, gracias a su componente antioxidante, una mayor reducción del estrés oxidativo y una clara reducción de la sintomatología. Además, observaron una mejoría en la faceta sensorial y cognitiva”, reveló Reyes.
8- Previene el cáncer de mama.
En 2015 un estudio español, denominado Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea), publicado por la revista JAMA Internal Medicine y coordinado por la Universidad de Navarra y el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), ambos de España, llegó a la conclusión, luego de una extensa investigación de 6 años, que consumir cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva extra virgen al día disminuye 66% el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
“El aceite de oliva además posee propiedades que disminuirían tumores entre un 8 y 39%”, agregó la especialista.
Cabe destacar, además, que para aprovechar todas sus características y propiedades benéficas el aceite de oliva debe ser consumido, preferentemente, crudo.
¿Cómo reconocer un buen aceite?
Para poder diferenciar un aceite extra virgen de uno que no lo es lo primero es el sabor, y hay tres elementos que deberían estar presentes.
Lo primero es que tiene un sabor frutal. Depende de la variedad de la aceituna procesada. Es el primero que se percibe al catar el aceite. Luego se puede sentir un leve picor que se detecta cuando el aceite pasa por la lengua y finalmente deberías quedar con un cierto amargor, detectado al pasar por el paladar. Pero eso no es todo.
“El aceite de oliva presenta un color desde ligeramente verdoso a un amarillo pálido. Las diferencias se deben fundamentalmente al grado de madurez de la aceituna utilizada. La variedad y el grado de madurez afectan la percepción del aceite. La mejor calidad es obtenida
con aceitunas que no están muy maduras al procesar, es más difícil de encontrar en el mercado porque el rendimiento en aceite que se logra es inferior. Cuando se procesa aceitunas muy maduras la acidez es mayor y por tanto menor la calidad”, aseguró la nutricionista.
Por otra parte, aconsejó preferir aquellos aceites que especifican las variedades utilizadas ya que, según comentó, es difícil que una sola variedad logre presentar las tres características indicadas anteriormente, por lo que es común hacer mezclas de aceite de distintas variedades, conocidas como “blend”.
Clasificación de aceites de oliva
El aceite de oliva se clasifica según su grado de acidez. Esto está estipulado en el reglamento sanitario de los alimentos y se divide en los siguientes parámetros.
1) Aceite de oliva extra virgen: aceite de oliva virgen con una acidez de 0,8% máximo, en términos de ácido oléico, y cuyas características organolépticas son irreprochables.
2) Aceite de oliva virgen: aceite de oliva virgen con una acidez de 2% máximo, en términos de ácido oléico, y cuyas características organolépticas son irreprochables.
3) Aceite de oliva virgen común: aceite de oliva virgen con una acidez es 3.3% máximo.
4) Aceite de oliva virgen lampante: aceite de oliva virgen con una acidez superior a 3,3%, no apto para consumo humano. Está destinado a industrias de refinado o a usos técnicos.
