Es muy frecuente que las parejas que llevan años en una relación estable comiencen a notar que el sexo ha ido decayendo no sólo en frecuencia sino que también en intensidad.

Cuando inicias una relación es normal que todo sea pasión, conquista y seducción. Hay muchas ansias de encontrarse con el otro y más aún en el plano íntimo; todo es novedad, las caricias, los besos, los gestos y el cuerpo. Pero pasa el tiempo (en algunos casos pueden ser sólo meses) y de pronto la fogosidad comienza a descender, las ganas de tener sexo ya no son tantas, ya no hay tanta preocupación por impresionar al otro.

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La pregunta que surge a veces es: ¿para qué?, si ya se conocen, ya no hay nada nuevo que mostrar, total, la relación es segura y hay amor. Por lo que se concluye que la seducción es sólo parte del inicio de toda relación y que es normal que esto se acabe.

La situación recién descrita es algo que le ocurre a muchas parejas en Chile y en el mundo y si bien es lamentable, quizás lo peor es que se toma como si esto fuera parte de lo que tiene que pasar, vale decir, tener una relación estable, segura, de larga data, pero sin momentos intensos de intimidad. Por un lado, las mujeres pueden dejar de preocuparse por agradarle a su pareja, se dejan de depilar, se dejan de producir, en tanto que a los hombres también les pasa algo similar, incluso llegando a dejar de lado su aseo personal… porque total, ¿para qué tanta producción si ya se conocen, si ya se aman?

Pero, lo que pocos saben o entienden es que esto no tiene por qué ser así si es que entendiésemos la importancia del poder de la seducción en el encuentro sexual. Natalia Guerrero, Sicóloga, Sicoterapeuta sexual clínica de Medical Sex Center, aclara que “es muy importante la seducción sobre todo en las relaciones estables. Los seres humanos, como raza animal, no corresponde a una raza monógama, por lo que es ahí donde la seducción y la sensualidad juegan un papel importante, ya que ambas son una invitación al otro a tener un encuentro sexual”.

Al ser consultada por qué es frecuente que las parejas que llevan años en una relación tienden a perder ese gusto por la seducción, la especialista comenta que “esto pasa por varios factores. Por un lado, hay muy poca educación afectiva en cuanto a la importancia que tiene la seducción en una relación de pareja de largo plazo, por lo mismo, las personas le dedican poco tiempo y energía a esto, porque no saben cuán importante es”.

www.pexels.com (CC)
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“Por otro lado, está validada la idea equivocada de que sólo el amor basta para mantener una relación viva y la verdad es que el amor es algo muy distinto al deseo. Puedes amar a alguien, pero no desearlo, sobre todo si no hay un trabajo detrás. Y de hecho, la seducción se da cuando se está en comunicación con la otra persona. Por lo tanto, si yo diseño una vida con mi pareja a largo plazo en la que sólo nos dedicamos a ser padres, trabajadores o cualquier otra función, sin que haya un espacio dedicado al poder conversar, coquetear, reir y seducir, es muy poco probable que las cosas funcionen bien en el plano sexual”, agrega.

Pero también hace hincapié en otra situación que puede mermar esas ganas de seducir o conquistar al otro: “también pasa que en las relaciones estables, tienden a aparecer dolores, molestias o enojos no resueltos, entonces si yo estoy dolida o molesta, pocas ganas quedan de seducir al otro”.

Alternativas de seducción

Lo importante es entender que nunca es tarde para retomar la seducción en una relación, siempre y cuando exista la voluntad de ambos de renovarse en ese sentido y de continuar con la relación.

“Hay muchos productos sexuales que pueden ayudar en la seducción, como la lencería, cosmética erótica, ya que no solo pueden aumentar el erotismo en el otro sino que en una misma. Esto pasa porque si una se siente erótica, sexy, muchas veces esto se transmite y erotiza”, agrega.

La especialista hace hincapié en que no existen productos milagrosos que actúan por sí solos. “Lo que hay que tener en claro es que aunque uno compre el mejor artículo sexual, si eso a mí no me hace sentido, no sirve. La invitación más eficiente es dedicar un poco de tiempo a la seducción”.

“Lo mejor es intentar descubrir al otro, tratar de leer lo que al otro podría resultarle erótico, y finalmente arriesgarse a hacerlo. Ahora, si hay molestias o enojo que están entorpeciendo la relación y el encuentro sexual, es importante pedir ayuda terapéutica o buscar, entre los dos, el espacio para reencontrarse”, finaliza.