Aunque faltan algunos meses para el verano, siempre está latente el mito que sugiere que la ropa negra provoca más calor cuando nos exponemos al sol, pero ¿es real esta idea? la verdad es que no. De acuerdo a los expertos este planteamiento está, en algunos aspectos, errado.
Muchos apuestan al blanco, pensando que es la mejor opción para capear el sol, pero ésta no siempre es la alternativa adecuada.
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“La gente tiene la idea de que la ropa blanca es mejor, porque refleja la luz solar, mientras que la negra la absorbe y la transforma en calor”, explicó Arturo Quirantes, profesor de la Universidad de Granada, España, y autor del blog de divulgación científica “El profe de Física”, según consignó la BBC.
Esta creencia sobre el color negro, de acuerdo al profesional, se debe a que no se considera uno de los factores más importantes: el calor que genera nuestro cuerpo.
“Nosotros emitimos energía térmica. Si llevamos ropa blanca, el calor que emitimos rebota contra la tela y no puede salir”, aseguró Quirantes.
Por su parte, la ingeniera textil de la Universidad de Santiago de Chile, Grace Flores, comentó que las prendas oscuras son más frescas que las blancas, pues absorben la temperatura corporal y le expulsan hacia el exterior, estableció La Tercera.
En este misma línea, El profesor español señaló que “si la tela es negra, lo absorbe (el calor). Y si corre brisa, ésta se lleva el calor por convección, que es un mecanismo eficiente para mantenernos frescos”. También indicó que la prenda debe ser holgada.
“El elemento clave en la ropa de los beduinos (árabes nómadas que habitan en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania, Irak e Israel) es que además de ser negra está suelta. Eso hace que se creen corrientes de convección que permiten expulsar el calor del cuerpo más eficientemente”, señaló.
Pero no es necesario esperar hasta el verano para comenzar a considerar el color de ropa para atrapar el calor, pues de acuerdo a Flores el blanco “si bien refleja como un espejo los rayos solares desde el exterior, también hace rebotar lo que el cuerpo transmite hacia el interior”, por lo que se convierte en una buena alternativa en los días fríos de invierno, ya que así evitarás que el calor que genera tu cuerpo se escape hacia el exterior.
