Teresa e Isaac Vatkin llevaban 69 años casados. Eran argentinos y tuvieron a sus tres hijos en Villa Urquiza, Buenos Aires, pero en 1968 decidieron irse a Estados Unidos “en busca de un futuro mejor”.

Fue precisamente en el Highland Park Hospital de Chicago donde sus vidas se apagaron tras un largo camino juntos, con apenas 40 minutos de diferencia. Sus manos nunca se soltaron.

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La increíble historia de amor de esta pareja ha dado la vuelta al mundo tras su fallecimiento la madrugada del pasado sábado.

“Decidimos sacarles la máscara de oxígeno por recomendación de los doctores y porque los dos habían firmado un documento en el que pedían que no los reanimaran. Me dijeron que mi papá (tenía 91 años y sufría influenza) no iba a durar mucho tiempo porque las uñas estaban violáceas y la piel le estaba cambiando de textura. Y que mi mamá (Teresa), de 89, iba a vivir más”, contó a El Clarín, de Argentina, Clara Vatkin Gesklin, hija de la pareja que parece haber decidido dejar este mundo al mismo tiempo, luego de ingresar al centro médico con un día y medio de diferencia.

Leo Gesklin | Facebook
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Sin embargo, el destino es misterioso… fue Clara, quien padecía de Alzheimer desde el 2002, la que partió primero. Habían pasado 10 minutos desde la medianoche y su fiel y amoroso marido partió a las 00:50 de esa misma madrugada.

“Mamá, antes de irse, abrió los ojos y hasta le cayeron lágrimas. Todos nos despedimos de ella y creo que sacó fuerzas de donde no las tenía para mantenerlos abiertos; hasta que los cerró para siempre”, afirma la emocionada hija antes de relatar la parte más increíble y romántica de la historia.

“Nos permitieron dejar allí a mamá entre 20 y 25 minutos después de su muerte. Siempre estuvo aferrada de la mano de papá, hasta que nos dijeron que se la tenían que llevar, corrieron la cama y apenas mi mamá se soltó de mi papá vi cómo él dejó de respirar. No se le infló más el pecho”, recuerda Clara.

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Según el informe médico oficial pasaron 40 minutos, pero la hija afirma que fue algo más inmediato.

“En el momento en que él sintió que sacamos la mano de ella, él pudo decir `Ok, ya no tengo que protegerla más, puedo irme a descansar también’, contó Daniel, otro hijo de Isaac y Teresa, al Chicago Sun Times.

“Tanto cuidaba mi Isaac a su mujer que no quería a una enfermera. Cuando los hijos lo convencieron de tener una, la hacía limpiar la casa y él mismo bañaba a Teresa y la limpiaba cuando iba al baño. Su amor fue incondicional. Todos sabemos que él se dejó ir cuando supo que su mujer ya estaba en paz”, comentó Julio Gesklin, el yerno de esta inspiradora pareja que realmente vivió su amor hasta que fueron separados por la muerte.