Los padres de Lupita y Carmen Andrade de Connecticut, Estados Unidos, creían que sus hijas sólo vivirían por tres días, pues la mayoría de los bebés que nacen siameses, lamentablemente, mueren tras nacer.
Sin embargo, esta historia fue diferente y las pequeñas aprovecharon sus oportunidades para seguir adelante, aprendiendo de a poco a vivir juntas, ya que estarán así por el resto de sus vidas.
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De acuerdo a Daily Mail, Lupita y Carmen están tan acostumbradas a estar juntas que cuando sus padres hablan de separarlas, ellas preguntan ‘¿Por qué quieren cortarnos por la mitad?’.
Cada una tiene sus dos brazos, sin embargo, tienen sólo un par de piernas. Carmen controla la de la derecha y Lupita la de la izquierda. Es por eso que desde muy pequeñas ambas estuvieron con psicólogos para aprender a trabajar juntas, principalmente, para aprender a usar sus piernas.
Lupita y Carmen tienen personalidades muy diferentes. Por ejemplo, ésta última sobresale en la escuela y es muy ingeniosa, además, le gusta maquillarse los ojos, mientras que para Lupita estudiar es más complicado.