No hay duda de que el hecho que una persona avergüence a otra por su peso es una situación molesta, pero que la misma escena se de en un gimnasio, es bastante más cruel.
Y es que si ves a una persona con unos ‘kilos extra’ en el gimnasio, seguramente está allí para trabajar en su cuerpo y cambiar esa realidad, por lo que no necesita un comentario grosero y menos de parte de un desconocido.
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No obstante no todos piensan así y la bloguera fitness Julie Ana Kim, vivió en carne propia esa incómoda situación, que más tarde describió en su perfil de Instagram para compartirlo con sus miles de seguidores.
“Un recordatorio para mí misma de que esta ya no soy yo. No solo en tamaño sino que también en mentalidad y fuerza.
Hoy día estaba en el gimnasio con Sophie, cuando un hombre se me acercó y me dijo lo orgulloso que estaba de que yo estuviera ahí. Luego, procedió a decirme lo valiente que yo era por tener tal tamaño y aún asistir a un gimnasio.
Y eso no fue todo, pues usó sus manos para simular cuán grande yo era mientras decía que no podía imaginar ir al gimnasio siendo de ese tamaño. Esta semana me he sentido súper hinchada y más grande de lo que usualmente me siento, y para rematar viene este señor y me hacen sentir como una completa porquería. Ojalá pudiera decir que le dije “púdrete” y seguí con mi entrenamiento.
En vez de eso solo sonreí, un poco en shock, hasta que se fue y luego me dirigí al baño con Sophie. Me sentí herida, avergonzada y mortificada. Si él me hubiese dicho esto al principio de este camino, jamás habría vuelto al gimnasio.
Siempre tuve miedo de ejercitarme en el gimnasio por esta misma razón. Todos están en el gimnasio para mejorar su apariencia y ser más saludables , por lo que por favor absténganse de ir si quieren menospreciar a alguien. Honestamente no creo que sus dichos vengan desde un buen lugar, no puedo explicar la manera en que me lo dijo. ¿Cómo es posible que prácticamente le digas gordo a alguien en su cara y pienses que eso le dará valor?
Me niego a permitir que esto me disuada de ir al gimnasio. He aprendido a disfrutar demasiado ir a este lugar, es un espacio feliz y continuará siéndolo. Que se joda el resto, yo sé por qué estoy ahí y sé cuánto progreso he tenido.
No puedo creer que lloré por esto en mis historias de Instagram, pero fue así de crudo y real. Gracias por el apoyo y todos sus mensajes amables. Estoy bien, solo necesitaba un poco de tiempo para recuperarme”.
Es por esto que junto con su mensaje, debes tomar en cuenta que si no estás seguro del comentario que quieres hacer sobre el aspecto físico de otra persona mientras estás en el gimnasio, es mejor que te abstengas. En un espacio así, probablemente nadie necesita tu opinión y todos está luchando por cumplir sus propios objetivos, que quizá no están tan alejados de los tuyos.